Decían que en 2012 comenzaría el apocalipsis del cine español: la crisis, el IVA y el precio de las entradas, los recortes en ayudas a la cultura... En teoría, 2012 sería año de pocas (y malas) películas y Goyas desérticos, pero el ambiente este martes en la Academia de Cine era bien distinto: repleto de periodistas y expectación, el anuncio de los candidatos a los premios del cine español desprendía un aroma bullanguero, optimista y, casi, todavía navideño.

Sorpresas hubo pocas. Antes de que Elena Anaya y Antonio de la Torre empezaran a enumerar la lista de finalistas, casi todos apostaban por cuatro películas como favoritas: Blancanieves, Grupo 7, Lo imposible y El artista y la modelo. Así fue: la primera sumó 18 candidaturas, y las otras tres 16, 14 y 13 respectivamente.

Blancanieves aspiraba a 18 candidaturas y las consiguió todas. "Tantas nominaciones —explica su director, Pablo Berger— reflejan que el trabajo de todo el equipo ha sido valorado. ¿Que si somos la gran sorpresa? En esta profesión ya no te puedes creer nada... Solo sé que han sido ocho años de trabajo, que es una película hecha con el corazón y que, al llegar a la meta, recibir los aplausos de la profesión me llena de ilusión".

Blancanieves, muda y en blanco y negro (sí, como The Artist, triunfadora de los últimos Oscar), refleja el riesgo y buen hacer de una industria amenazada. Además de a mejor película, la cinta de Berger opta a categorías como mejor dirección, guión original, actor principal (Daniel Giménez-Cacho) o actriz protagonista (Maribel Verdú), y es una de las dos grandes candidatas pese a sus regulares resultados en la taquilla (apenas 137.000 espectadores, que dejaron menos de un millón de euros).

La otra es Lo imposible, por su número de candidaturas (14, dos menos que Grupo 7) y por ser el gran éxito comercial del año: lleva recaudados 42 millones de euros, casi 6 millones de entradas vendidas y tiene una carrera todavía viva en un mercado como el estadounidense. Además de optar a los grandes premios, Lo imposible nos permitirá (esperemos) ver en la gala a dos grandes estrellas de Hollywood, Naomi Watts e Ewan McGregor, candidatos al Goya a la mejor actriz principal (se enfrenta a Penélope Cruz, nominada por Volver a nacer) y mejor actor de reparto, respectivamente.

¿Decepciones, ausencias, polémicas? No muchas. José Sacristán, que opta al Goya al mejor actor por El muerto y el ser feliz, aseguró que no le "mosquea" que sea la primera vez que lo nominan en 50 años de carrera. Quizá, que Las aventuras de Tadeo Jones, el otro gran pelotazo del año, apenas tenga cinco candidaturas, o que títulos gamberros y estimables como [REC] 3: Génesis o El mundo es nuestro no estén presentes en la fiesta del cine español. Porque sí: hay cine español, sobrevive y, en menos de un mes y medio, tendrá (pese a la que está cayendo) motivos para premiar y festejar otra vez.

El domingo 17 de febrero, los Premios Goya celebrarán su 27ª edición. Por primera vez serán entregados en el Centro de Congresos Príncipe Felipe de Madrid y la gala, transmitida en riguroso directo por La 1, será presentada de nuevo por Eva Hache. Entre el 14 de enero y el 7 de febrero los académicos tendrán que elegir qué trabajos merecen un premio: hay uno confirmado, el honorífico a toda una carrera, que en esta ocasión recaerá en la legendaria actriz Concha Velasco.

Blancanieves

¿Por qué ha llegado hasta aquí? Por su originalidad, calidad y porque, desde que se vio en el Festival de San Sebastián, gustó a todos. ¿Qué opciones tiene? Muchas, sobre todo si los académicos optan por premiar un intrépido proyecto cien por cien español.

Sí, el clásico cuento de Blancanieves también se podía trasladar a la España más rancia y oscura, y eso hizo Pablo Berger (autor de Torremolinos 73) en este título mudo y en blanco y negro repleto de enanos, muerte y traiciones. Aunque a veces se haga un poco larga, es justo reconocerle su intensidad, pasión cinematográfica y valentía casi suicida.

Grupo 7

¿Por qué ha llegado hasta aquí? Porque tiene muchas cosas: es divertida, ofrece una buena factura técnica y excelentes interpretaciones. ¿Qué opciones tiene? La verdad, parece que no muchas... El año pasado, además, ya triunfó un policiaco, No habrá paz para los malvados.

Un viaje a la agitada Sevilla de antes de la Expo del 92 podría haber dado pie a una película nostálgica o cómica, pero Grupo 7 es otra cosa: es un policiaco intenso y duro, a la española, con grandes interpretaciones (por encima de todos Antonio de la Torre, indiscutible favorito al Goya al mejor actor principal) y regusto amargo. Muy recomendable.

Lo imposible

¿Por qué ha llegado hasta aquí? Por ser, en resumen, una superproducción de Hollywood con pasaporte español. ¿Qué opciones tiene? Muchas, sobre todo si se opta por satisfacer al público y premiar a la película que ha encantado a millones de espectadores.

Cuesta imaginar que este folletín lleno de estrellas, efectos especiales deslumbrantes y todos los recursos más habituales (y sucios) del cine americano más comercial tenga director y técnicos españoles, pero así es. La película patria más taquillera de la historia es, pues, exitosa y meritoria, pero eso no la convierte necesariamente en el mejor título del año.

El artista y la modelo

¿Por qué ha llegado hasta aquí? Por artística, refinada y filosófica. El cine de qualité nunca está de más, y más si está firmado por un clásico como Trueba. ¿Qué opciones tiene? Escasas. En blanco y negro y francés, si se opta por premiar a una rareza, Blancanieves parece mejor situada.

Los días cómicos de Fernando Trueba (y de sus mejores películas, El año de las luces o Belle Époque) están ya lejos: el director opta al Goya ahora por obras tan personales como esta, una delicada (y poco premiable) reflexión sobre la vida, la muerte y cómo observar las cosas.