Vender un piso hoy en día es una labor titánica. No importa si es nuevo o de segunda mano, la actual crisis ha retraído la compra de pisos hasta niveles impensables. Tanto que incluso algunas familias que podrían afrontar ese gasto se lo piensan… porque no sé sabe cuánto va a durar aún la crisis.

En cualquier caso, si disponemos de una vivienda y deseamos venderla habrá que intentarlo, pero asumiendo dos cosas: que el precio será más bajo de lo que queremos y que tardaremos más tiempo del que deseamos.

Para facilitar la venta al menos no hay que cometer errores. Basándose en su experiencia, los expertos de Alfa Inmobiliaria, proponen cuatro consejos básicos para lograr vende nuestro piso: el precio, las fotografías, el aspecto de la vivienda y la actitud del vendedor.

Qué precio ponemos al piso

Es complicado saber el precio exacto de una vivienda, pero a buen seguro que será más bajo de lo que imaginamos en un principio. La coyuntura económica, así como las dificultades del sector inmobiliario, dificultan ajustar el precio.

Sin embargo, calcular el valor exacto y real de la vivienda se hace imprescindible a la hora de comprar y vender. Para ello hay que fijarse un plazo de venta y en función de las llamadas de interesados ir ajustando el precio a la baja hasta conseguir venderlo. Hay que tener claro que para vender tenemos que bajar el precio… salvo que queramos que el cartel de "Se vende" se integre en la fachada de la casa por siempre como un adorno más.

Internet: muchas fotografías

El anuncio debe llevar fotografías y si puede ser un vídeo. Los pisos más visitados son aquellos que en su anuncio muestran imágenes. Sin embargo hay que tener en cuenta que no vale cualquiera. El propietario del inmueble se debe poner en la piel del comprador para determinar qué es lo que le gustaría encontrar y cómo le gustaría que se lo muestren.

Fotografías de la fachada, el salón, la cocina y dormitorios son fundamentales para dar a conocer la vivienda. Otros espacios que pueden añadir valor serían las fotografías de zonas comunes, la terraza o las vistas desde el inmueble. Sin embargo, espacios como el garaje, el aseo o el trastero no son trascendentales. El comprador estará interesado en conocer si dispone o no de plaza de garaje pero es preferible aprovechar la fotografía para mostrar otro espacio.

El aspecto "real" de la vivienda

La presentación del inmueble al comprador es un paso muy importante. Debemos tener en cuenta si el piso se venderá amueblado o no. Es recomendable dejar ciertos muebles cuando se enseña la vivienda; dará sensación de más amplitud. Pero es importante no sobrecargarla con objetos personales o aparatos sin importancia.

La casa debe estar limpia y recogida, el comprador se llevará una mala imagen si los espacios se encuentran muy sobrecargados y con cosas por medio.

La actitud del vendedor

Es primordial. Hay que controlar los nervios en cada momento. No debemos mostrar dudas y tampoco una necesidad urgente de vender el inmueble. Pero tampoco presentar una actitud déspota exagerando cada detalle positivo que tiene la casa.

No debemos cerrarnos en banda a posibles ofertas, o a rebajar el precio del inmueble. Debemos valorar aquello que se nos proponga para poder llegar entre los dos a un punto común.