"La tradición no solo se mantiene, sino que va en aumento"

El presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Panadería y Pastelería, Miquel Torrens, ha afirmado este jueves que, a pesar de la crisis, el tradicional roscón de pastelería se impone al industrial, por lo que ha augurado que la venta "se mantendrá en los mismos niveles que en 2012", ya que esta tradición "no sólo se mantiene, sino que va en aumento".

PIMEM ha detallado en un comunicado que al elegir un roscón, los clientes tienen en cuenta la relación calidad-precio y, en ese sentido, Torrens ha apuntado que por una diferencia "de algo más de un euro" los consumidores pueden degustar un trozo de este tradicional dulce fresco con ingredientes de gran calidad.

"Se trata de un dulce que se debe consumir en su totalidad", ha manifestado el presidente de la Asociación, que ha recordado que "la gracia" está en encontrar las dos figuras: el haba y el rey, de forma que la persona que se encuentra la primera pagará el próximo roscón, y la que se queda con el rey, se coloca la corona.

En opinión de Torrens, cuando se regala un roscón, "que los familiares llevan a casa para la degustación y el divertimiento", no se quiere quedar mal, por lo que se elige uno de pastelería, "que tiene mayor calidad".

PIMEM ha especificado que, según un estudio efectuado recientemente por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que analizó una selección de roscones envasados y los comparó con los de pastelería, solo un roscón de los industriales destacaba por encima del resto, "ya que la calidad de los de pastelería es mayor que la de los industriales".

"El roscón elaborado en horno y pastelería es fresco, hecho del día, con ingredientes de mayor calidad", ha asegurado el presidente de la Asociación, que ha señalado que su precio varía entre 10 y 12 euros de media y ha añadido que el más vendido suele ser el liso, que es el tradicional, aunque también se elaboran con relleno de almendra, nata, trufa, chocolate y crema.