Sadam Husein: una vida de conspiraciones y guerras que acaba en la horca

Sadam Husein, que ostentó durante 24 años el máximo poder en Irak y que ha sido ejecutado esta madrugada , nació en Al Awja, una aldea dependiente de Tikrit, ciudad musulmana suní situada a 150 kilómetros de Bagdad, el 28 de abril de 1937.
Sadam Husein, en diciembre de 2001 durante una parada militar (Archivo).
Sadam Husein, en diciembre de 2001 durante una parada militar (Archivo).
Archivo
Sadam Husein, en diciembre de 2001 durante una parada militar (Archivo).

Nacido en el mismo lugar que el legendario Saladino, y descendiente de una familia de campesinos, a la muerte de su padre fue educado por su tío, Khairallah Tolfah, que luego sería gobernador de Bagdad.

En 1956, a los 19 años, se adhirió al partido Baaz y ese mismo año tomó parte en un fracasado golpe de Estado contra el rey Faisal II. Dos años más tarde, participó en otro atentado contra Abdul Karim Kassem, verdugo del monarca y cabeza del nuevo régimen golpista.

Acusado de complot, fue condenado a muerte en rebeldía en febrero de 1960, tras lograr escapar, vestido de mujer y a través de Siria, a Egipto, donde las autoridades le concedieron asilo político.

Una vez en El Cairo, concluyó sus estudios secundarios y fue admitido en la Escuela de Derecho -acabaría sus estudios de abogacía años después, en 1968-, donde se relacionó con jóvenes miembros del Partido Baaz egipcio, de inspiración izquierdista y panárabe.

Regreso triunfal a Irak y derrota

En febrero de 1963 los baazistas se alzaron con el poder y Sadam regresó a Irak, asumiendo el mando de la organización militar del partido. Aunque el Baaz fue momentáneamente derrocado y Sadam enviado a prisión, protagonizó otro golpe en 1968, y esta vez se hizo con el poder.

En noviembre de 1969 Sadam fue nombrado vicepresidente del Consejo del Mando Supremo de la Revolución, convirtiéndose así en el "número dos" del régimen, tras el presidente, el general El Bakr.

El nuevo régimen pronto se aproximó a la Unión Soviética, y en 1972 firmó un Tratado de Amistad y Cooperación entre los dos países, a la vez que se lograron acuerdos con Alemania Federal, Japón y Estados Unidos.

El

16 de julio de 1979, el presidente El-Bakr dimitió por motivos de salud.
Husein asumió entonces los títulos de
Jefe de Estado, presidente del Consejo del Comando Revolucionario, primer ministro, comandante de las fuerzas armadas y secretario general del partido Baas.

Quince días después, una conspiración urdida en las propias filas del recién nombrado máximo dirigente de Irak se zanjó con la ejecución de treinta y cuatro personas, entre ellas miembros del Ejército y algunos de los más íntimos colaboradores de Sadam Husein.

Guerras: Irán y Kuwait (1980-1990)

El 22 de septiembre de 1980, y tras una serie de incidentes fronterizos con Irán causados por la disputa de la región petrolera de Chatt-el Arab, Irak declaró la guerra a Irán.

En el conflicto, durante el cual Sadam aumentó la importación de armas de Occidente, utilizó gases tóxicos en el frente y estrechó lazos con los regímenes árabes moderados. La guerra entre los dos países duró ocho años (el alto el fuego se firmó el 20 de agosto de 1988) y en él perdieron la vida más de un millón de personas.

El 2 de agosto de 1990, apenas dos años después del final de la contienda, tropas iraquíes a las órdenes de Sadam Husein invadieron al vecino emirato de Kuwait, el principal sustentador financiero de Irak durante la guerra con Irán.

Pero en ese periodo, Kuwait frustraba en el seno de la Organización de Países Exportadores del Petróleo los deseos iraquíes de recortar la producción para elevar el precio del barril en el mercado.

La crisis originó un grave conflicto internacional, con el desplazamiento de efectivos militares de varios países al Golfo. Vencido por los aliados occidentales liderados por Estados Unidos, Husein tuvo que aceptar el embargo económico impuesto contra su país desde la ONU, organismo que, al mismo tiempo, acordó inspeccionar y desmantelar el programa armamentístico (biológico y químico, especialmente) del país árabe.

Los años del embargo (1991-2003)

Finalizada la guerra, Sadam tuvo aún que enfrentarse dentro de su país con las revueltas chií y kurda, que no dudó en reprimir duramente.

Entre 1991 y 1992, EEUU, Reino Unido y Francia establecieron, sin el respaldo de una resolución de la ONU, dos zonas de exclusión aérea al norte del paralelo 36 y al sur del paralelo 32 con el objetivo declarado de proteger a la población kurda y shíi.

La prohibición aliada fue desde su entrada en vigor permanente fuente de conflictos que se saldó con el derribo de algunos aviones de ambos bandos, a los que se sumaron los duros efectos del embargo económico que se intentaron suavizar con el programa "petróleo por alimentos".

Ni la debilitada situación económica ni la situación postbélica mermaron el éxito de Husein en las urnas, y el 15 de octubre de 1995 el presidente iraquí lograba el apoyo del 99,96 por ciento de la población, en un referéndum, primero en la historia de Irak, celebrado para su continuidad en el poder hasta el año 2002.

Dos meses antes, Sadam se había enfrentado a la traición de los maridos de dos de sus hijas e íntimos colaboradores, Husein Kamel y Sadam Kamel al-Majid, que en agosto de 1995 desertaron a Jordania.

La negativa de los países occidentales a conceder asilo político a los dos yernos de Sadam, pese a recibir información militar secreta, precipitó en febrero de 1996 el regreso de esos a Bagdad, donde perecieron en un asalto, en el que murieron además el padre de los traidores y otros familiares.

La sospecha de la guerra química

En 1997 comenzaron las desavenencias del régimen con la UNSCOM, la comisión de la ONU encargada de supervisar el desarme de Irak -ante la sospecha de que buscaba armamento químico y nuclear-, unos desencuentros que se prolongarían seis años y que servirían como pretexto a Estados Unidos para lanzar su invasión de Irak.

En enero de 2002, tras los atentados terroristas en Nueva York y Washington, el 11 de septiembre de 2001, y la campaña de afgana contra el régimen talibán, el presidente de Estados Unidos, George Bush, puso en marcha la "segunda fase contra el terrorismo internacional".

Bush acusó Irak de tener o desarrollar armas de destrucción masiva en contra de las resoluciones de la ONU impuestas tras la Guerra del Golfo y de mantener vínculos con el terrorismo internacional.

Sadam Husein, que negó las imputaciones, acusó a su vez a Bush de manipular la supuesta amenaza que Irak representaba para la paz mundial y añadió que lo único que Washington buscaba en Irak era el control del petróleo en Oriente Medio.

Segunda guerra contra Sadam (2003)

El 20 de marzo de 2003, la coalición británico-estadounidense inició la intervención militar sobre Irak con un bombardeo inicial sobre Bagdad.

El paradero de Sadam Husein se convirtió entonces en una incógnita hasta que el día 4 del mismo mes, las cámaras de la televisión iraquí mostraron al dictador, rodeado de incondicionales, y paseando por las calles de la ciudad.

El 8 de abril, un día antes de que las fuerzas estadounidenses alcanzaron el corazón de Bagdad, un bombardero B-1 lanzó cuatro bombas de perforación de bunkers contra un edificio de la capital iraquí, donde se suponía que Sadam Husein estaba reunido con otros jerarcas del régimen, y entonces desapareció.

El 13 de diciembre de 2003, Sadam Husein fue

capturado en una granja de la ciudad de Ad Duar, a unos 15 o 30 kilómetros de Tikrit, su ciudad natal. Según la coalición militar, fue un miembro de una familia cercana a Sadam quien lo delató.

Las tropas hallaron al dirigente iraquí escondido en un subterráneo camuflado con tierra y ladrillos, de entre 1,80 y 2,40 metros de profundidad y dotado con un conducto de ventilación.

Sadam, que no opuso resistencia alguna, apareció sucio y desorientado cuando fue capturado. Posteriormente fue sometido a un exhaustivo reconocimiento médico y a una prueba de ADN, que confirmó su identidad.

Quince días después, el 1 de enero de 2004, el Pentágono le reconoció como "prisionero de guerra", y el 30 de junio traspasó su custodia judicial al nuevo Gobierno provisional iraquí.

Durante 24 meses, Sadam permaneció bajo custodia de las fuerzas estadounidenses, a la espera de ser juzgado por un Tribunal Especial iraquí, auspiciado por Estados Unidos, que el 19 de octubre de 2005 inició el proceso contra el ex dictador, por el que ha sido finalmente fue condenado a muerte, condena que se ha cumplido en la madrugada del 30 de diciembre de 2006.

Deja tres hijas y dos esposas

El presidente iraquí se casó dos veces, en 1963 con su prima carnal Sajida Khairalla, hija del tío que le adopto, y maestra de escuela de profesión, con la que tuvo dos hijos y dos hijas, Raghah y Rana -que tras el desmoronamiento del régimen fueron acogidas por el rey Abdalá II de Jordania-, y en 1988, con una mujer también de su clan, Samira Fadel Shahbandar, que le dio otra hija, y que actualmente vive en Beirut.

Sus hijos mayores Uday y Qusay, considerados los hombres más influyentes de su régimen, murieron en Mosul el 22 de julio de 2003 por disparos de las fuerzas estadounidenses en Irak, tras ser delatados a cambio de 15 millones de dólares de recompensa por cada uno de ellos.

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