Recorriendo Hondarribia, patrimonio estratégico en la costa

Situada en el extremo noreste de la provincia de Guipúzcoa, encontramos Hondarribia, una pequeña localidad que se encuentra a 20 kilómetros de la capital, San Sebastián, y está ubicada en la orilla oeste de la Bahía de Txingudi, en la desembocadura del río Bidasoa.

Hacia el sudoeste, este término municipal se prolonga por una zona de colinas bajas de escasa altitud plagadas de afluentes del Bidasoa. Sin embargo, si nos vamos al polo opuesto, el noroeste, el panorama cambia de forma radical ya que encontramos el Monte Jiazquíbel que corre paralelo al Mar Cantábrico y tiene su punto culminante en el pico de San Enrique, en el límite occidental del término municipal.

Esta bella localidad, cuya fundación data de 1203 y que también es conocida como Fuenterrabía, era una pequeña altura que dominaba la bahía, aunque en la actualidad la ciudad ha crecido por los terrenos llanos que la rodean.

Hondarribia tuvo en el momento de su fundación un gran valor estratégico ya que por un lado permitía establecer contacto terrestre entre Castilla y Francia; y por otro, permitía estrangular la salida natural de Navarra al mar a través del río Bidasoa y dotaba a Castilla de un nuevo puerto marítimo y un control sobre el país galo

Este emplazamiento estratégico convirtió a la localidad en una plaza fuerte de importancia por lo que fue amurallada y sufrió numerosos asedios a lo largo de su historia.

Hondarribia cuenta con una gran playa, situada entre el cabo Higuer y el pueblo. La costa está formada por acantilados aunque también encontramos alguna pequeña cala y ensenada. Su playa acoge uno de los puertos pesqueros más importantes de Guipúzcoa aunque  el peso de la pesca en su economía local va decreciendo a la vez que avanza el tiempo.

Hondarribia tiene dos barrios históricos que configuran la parte más antigua y monumental de su casco urbano. El Casco Viejo, que se encuentra amurallado y está declarado como Conjunto Monumental. En él, las calles empedradas forman un plano rectangular y encontramos numerosos edificios de interés.

La otra parte es el Barrio de la Marina, antiguo barrio de los pescadores situado extramuros. Destaca por su arquitectura en la que las casas tradicionales, provistas de balcones de madera se pintan de colores llamativos y se adornan con numerosas flores.

Entre los monumentos más importantes de la localidad encontramos iglesias, palacios y un castillo: el Castillo de Carlos V. Es el edificio más significativo de la ciudad ahora convertido en parador nacional. Se trata de una fortaleza de planta rectangular construida a finales de la Edad Media en la parte más alta del promontorio donde se situaba Fuenterrabía. El nombre que lleva se debe a que fue ampliada durante el reinado del emperador Carlos V, del que se dice también que se hospedó en este castillo-palacio.

Dos palacios tienen especial valor. El Palacio de Zuloaga, también llamada Casa de Torre Alta: es un palacio urbano situado en el casco histórico que alberga  la biblioteca municipal y el archivo histórico.

El otro es el Palacio Eguiluz, también conocido como Casa de Juana la Loca. La leyenda afirma que Juana la Loca y Felipe el Hermoso se hospedaron en este palacio durante su viaje de Flandes a Castilla.

De sus iglesias, destaca la de Santa María de la Asunción y del Manzano. Este templo de estilo gótico con añadidos renacentistas se sitúa en el corazón del casco histórico.  Su construcción se inició en 1474 e incluye una torre barroca. En su interior hay un pequeño museo.