Los tratamientos con antibióticos pueden alterar la flora intestinal

  • Su biodiversidad disminuye durante el tratamiento hasta alcanzar su mínimo.
  • Durante y tras un tratamiento con antibióticos, las bacterias de la flora reducen su capacidad de producir proteínas y se altera su capacidad metabólica.
  • La flora intestinal asimila menos hierro y produce menos moléculas esenciales.
Cartel de una campaña de Sanidad contra el consumo excesivo de antibióticos.
Cartel de una campaña de Sanidad contra el consumo excesivo de antibióticos.
Ministerio de Sanidad
Cartel de una campaña de Sanidad contra el consumo excesivo de antibióticos.

Insisten los médicos en que con los antibióticos hay que tener medida; que abusar de ellos conduce a un debilitamiento de nuestras defensas. Pero no solo eso. Investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) acaban de observar que el tratamiento con antibióticos puede alterar la flora intestinal.

El intestino está poblado por un trillón de bacterias, que se conocen en su conjunto como microbiota o flora intestinal, y que han coevolucionado en simbiosis con el ser humano. Según su estudio, todas estas bacterias intestinales presentan una menor capacidad de producción de proteínas y capacidades metabólicas alteradas durante y tras finalizar el tratamiento con antibióticos.

El trabajo, que ha observado los cambios que se producen en los patrones microbianos y metabólicos del intestino, ha analizado por primera vez las bacterias, genes, enzimas y moléculas que forman la microbiota intestinal de pacientes tratados con antibióticos.

Los resultados del estudio, que ha sido publicado en la revista Gut, sugieren que la microbiota intestinal presenta una menor capacidad para asimilar hierro y digerir ciertos alimentos así como de producir moléculas esenciales para el organismo.

"Aunque alguno de los cambios producidos son oscilatorios, y pueden ser revertidos al acabar el tratamiento, otros parecen irreversibles", afirma uno de los coordinadores del estudio, el investigador del CSIC Manuel Ferrer.

Según la investigación, la biodiversidad de las bacterias que forman la microbiota intestinal disminuye durante el tratamiento hasta el punto de alcanzar su mínimo, sin embargo, al acabar la terapia, la situación se revierte y el paciente presenta una población bacteriana similar a la que tenía al principio.

No obstante, según Ferrer, la investigación "demuestra por primera vez que las bacterias intestinales presentan una menor capacidad de producción de proteínas, así como deficiencias en actividades clave, durante y al finalizar el tratamiento".

El antibiótico hace relevantes a bacterias que no lo eran

El estudio también revela que bacterias poco abundantes en la flora intestinal, pero poco activas al inicio del tratamiento, sí lo son al acabar y pueden llegar a tener un papel relevante en el intestino como consecuencia directa de los antibióticos.

Según los investigadores, se observa que "dichas bacterias podrían ser responsables de mejorar la interconexión entre el hígado y el colon y la producción de moléculas esenciales como ácidos biliares, hormonas y derivados del colesterol".

La investigación del CSIC ha contado con la colaboración del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universidad de Valencia, el Centro Superior de Investigación en Salud Pública, la Universidad CEU San Pablo y el Centro de Investigación Biomédica en Red en Epidemiología y Salud Pública.

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