Obras de Munch, Hopper, Ritcher y Rafael, las mejor pagadas en las subastas de arte de 2012

  • La versión al pastel de "El Grito", de Edvard Munch, fue la que alcanzó un precio más alto: 90,75 millones de euros, la mayor cifra jamás pagada en una subasta.
  • El cuadro más caro de un autor vivo fue una pieza de Gerhard Richter que vendía el guitarrista Eric Clapton: 25,7 millones.
  • Una obra de Edward Hopper alcanzó el record en subastas 'online' (7,2 millones) y otra de Rafael fue el dibujo mejor pagado: 36 millones.
Dos empleados de la casa de subastas sostienen la versión al pastel de "El grito", la obra más cara jamás subastada
Dos empleados de la casa de subastas sostienen la versión al pastel de "El grito", la obra más cara jamás subastada
Cortesía Sotheby's
Dos empleados de la casa de subastas sostienen la versión al pastel de "El grito", la obra más cara jamás subastada

Los expertos en subastas de arte dicen que 2012 no ha sido un mal año dada la que está cayendo sobre la economía mundial. Hablamos, claro está, de personas a las que importa bien poco la crisis, palabra que no suelen utilizar en su glosario. En el año que acaba, por ejemplo, se ha batido el record histórico del precio más alto pagado en una subasta por un cuadro. Fueron 120 millones de dólares, unos 90,75 millones de euros, y el comprador es, no resulta casual, un milmillonario financiero que figura entre los hombres más ricos del mundo.

El cuadro que batió todas las marcas fue la versión al pastel de El Grito, una de las cuatro variaciones sobre el mismo motivo (una figura espantada, según explicó el artista, por el grito primario de la naturaleza bajo un cielo que parece chorrear sangre) que hizo el expresionista noruego Edvard Munch en 1893.

La obra es la única de las cuatro que seguía en manos de un particular, Petter Olsen, cuyo padre fue amigo, vecino y empleador de Munch, mientras que las otras pertenecen a museos. Salió a subasta en mayo de 2012 en Sotheby's de Nueva York y la casa de pujas esperaba que alcanzase un precio final de unos 60 millones de euros.

Desbancó a Picasso

Las previsiones se quedaron muy cortas y el magnate judío estadounidense Leon Black llegó a 90,75 millones, la cifra más alta pagada jamás en una subasta por una obra de arte, desbancando del primer lugar al óleo Nu au Plateau de Sculpteur (conocido en español como Desnudo, hojas verdes y busto), pintado en 1932 por Pablo Picasso, que había sido subastada en 2010 por 107 millones de dólares (81 millones de euros).

El comprador, ávido coleccionista de arte y miembro del patronato del MoMA, tiene 61 años, se dedica a las finanzas y aparece entre los hombres más ricos del mundo en los rankings de la revista Forbes, que le atribuye una fortuna personal de 2.644 millones de euros. Su padre, fundador y presidente de una empresa bananera, se tiró de un 44º piso en 1975 durante una investigación judicial de sobornos de la firma a la Administración de Honduras.

Claptón pagó 2,2 y vendió por 25,7

El cuadro más caro de un autor vivo subastado en 2012 fue Abstraktes Bild (809-4), de Gerhard Ritcher, por el que un comprador que logró mantener el anonimato pagó 34 millones de dólares, unos 25,7 millones de euros. La pieza pertencía al guitarrista Eric Clapton, que había pagado por ella —un lienzo abstracto basado en las complejas y superpuestas manchas de color habituales del artista alemán— sólo tres millones de dólares (2,2 millones de euros) en 2001, cuando se inició en el coleccionismo de arte moderno.

El primer puesto entre las obras subastadas online se lo llevó en 2012 October on Cape Cod, uno de los pocos cuadros de Edward Hopper que estaban en el mercado. Fue vendido por la casa Christie's, en una subasta exclusivamente por Internet celebrada en noviembre, por 9,6 millones de dólares (unos 7,2 millones de euros).

El dibujo que alcanzó el precio más elevado en las subastas del año fue Cabeza de un joven apostol, una pieza tardía a tiza sobre cartón del renacentista Rafael. La obra fue vendida en una subasta en la sede londinense de Sotheby's por 47,8 millones de dólares (unos 36 millones de euros). No trascendió la identidad del comprador, pero se sabe que el vendedor fue Peregrine Cavendish, el 12º Duque de Devonshire, cuya familia era propietaria de la obra desde hacía 300 años.

La competencia entre las grandes casas de subastas fue feroz a lo largo de todo el ejercicio. En arte moderno posterior a la II Guerra Mundial, Christie's estableció un nuevo record por una sola subasta en noviembre con 412,3 millones de dólares en ventas (311 millones de euros) mediante un lote que incluía obras de once artistas contemporáneos, entre ellos Basquiat, Warhol y Rothko.

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