Teo denuncia que con el alquiler de su nueva casa sigue sin tener suficiente para sus medicinas

  • "Nos sentimos medianamente obligados a cogerla porque nos ahorramos más en este alquiler", dice Teo.
  • Con todo, las cuentas no cuadran: el alquiler cuesta 488 €/mes, él y sus hijos reciben una ayuda total de 954 euros, de los que 700 se van solo en medicamentos.
  • Además, la vivienda está sin amueblar, les faltan contratos por tramitar... "Es todo un dinero que no tenemos", lamenta.
  • Sigue pagando un 10% por sus medicamentos "cuando soy discapacitado y enfermo crónico y tengo derecho a una sanidad gratuita".
  • La situación le ha hecho volver a las andadas: "He tenido que volver a dejar de tomar la medicación porque no puedo permitírmelo".
Teodoro y Yasmin, antes de mudarse a su nueva casa.
Teodoro y Yasmin, antes de mudarse a su nueva casa.
JORGE PARÍS
Teodoro y Yasmin, antes de mudarse a su nueva casa.

Teodoro Expósito, su mujer Yasmin y sus dos hijos han recibido el pasado viernes las llaves de su nueva vivienda de protección oficial que llevaban esperando desde 2007. Sin embargo, la mudanza aún les llevará tiempo: "No tenemos muebles ni electrodomésticos, por no tener no tenemos ni una mesa donde comer", asegura a 20minutos.es.

La situación económica de Teo, parapléjico y con dos hijos también discapacitados —Marcos, en estado vegetativo casi de nacimiento por culpa de una meningitis y Jenifer, que padece una parálisis cerebral— "sigue siendo la misma de antes", confiesa al otro lado del teléfono, con voz de preocupación.

¿La razón? El alquiler de esta vivienda les cuesta 488 euros al mes, una cantidad menor que la que actualmente están pagando —650 euros mensuales—, pero que sigue siendo alta. Teniendo en cuenta que entre sus hijos y él reciben un total de 954 euros mensuales en ayudas a la dependencia y en medicamentos emplean alrededor de 700 euros al mes, "¿cuánto dinero me queda entonces?", se pregunta.

"Todo lo que sea ahorrarnos unos euros nos viene de perlas", indica, "pero ahora hay que hacer papeleo, contratos... Es un dinero que no tenemos", añade. "Con todo, nos sentimos medianamente obligados a cogerla", dice, aunque el problema económico les hace posponer la mudanza por ahora: "Si fuera por nosotros nos cambiaríamos ya", comenta.

Pagando de más por los medicamentos

Con la reforma sanitaria, Teo y sus hijos tienen que pagar un 10% de los medicamentos, que para ellos supone pagar entre 300 y 400 euros mensuales más: "Dijeron que a partir de pagar 8 euros al mes nos devolverían el importe que abonáramos de más. En mi caso, desde agosto, todavía no me han devuelto ni un duro".

Solamente en una de las medicaciones que Teo tiene que tomar se van más de 400 euros al mes: "Es una pastilla diaria y cada caja trae 4 pastillas". Además, Teo denuncia que por ley estaría exento del pago de estos medicamentos: "Soy discapacitado y enfermo crónico, no debería pagar por ellos".

Además, a tenido que volver a las andadas para poder llevarle a su familia un plato a la mesa. "Mientras que ha habido ayudas, retomé mi medicación, pero ahora he tenido que volver a dejar de tomar esas pastillas porque son 480 euros al mes que se me van en ellas, no puedo permitirme tomar esa medicación, y menos cuando tengo derecho a una sanidad gratuita".

Crítica a los políticos

Aunque se ha mostrado agradecido por su nueva vivienda, reconoce que jamás lo habría logrado de no ser por la "presión social y de los medios", que permitió que su caso fuera conocido y la Consejería de Fomento de Castilla-La Mancha le concediese finalmente una vivienda de protección oficial con derecho a compra.

Sin embargo, continúa denunciando el precio desorbitado que paga por las medicinas, con las graves consecuencias que ello conlleva, como verse obligado a dejar de tomarla para poder comer: "Un ciudadano se salta la ley y va a la cárcel; ellos hacen las leyes, se las saltan y encima no les pasa nada", denuncia.

Una historia en la que se volcaron los lectores

El caso de Teo salió a la luz por primera vez en 20minutos el pasado mes de octubre. Entonces, su familia se encontraba en una situación drámatica: "He dejado la medicación para que coman mis hijos", reveló entonces. Además, estaban a punto de perder su vivienda porque las ayudas en dependencia se habían reducido tanto que no podían seguir pagándola.

Su historia dio un giro radical en cuestión de días, especialmente entre la ciudadanía que leyó su caso: "Nos han llamado de toda España para ofrecernos ayuda. Donativos, comida, ayuda a domicilio y muchísimo ánimo y cariño. No sé como podré agradecer a la gente todo lo que está haciendo por mí y por mi familia", relataba.

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