La Fundación del Patrimonio Histórico halla restos de la fachada del siglo XV de Juan Guas en la catedral de Ávila

La Fundación del Patrimonio Histórico ha encontrado restos de la tracería calada y piezas reutilizadas originales de la fachada que Juan Guas levantó en el acceso occidental de la catedral de Ávila, en el siglo XV, ocultas por la fachada que Ceferino Enríquez de la Serna concibió en el siglo XVIII.
Imagen de la fachada de la Catedral de Ávila
Imagen de la fachada de la Catedral de Ávila
FUNDACIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO
Imagen de la fachada de la Catedral de Ávila

La Fundación del Patrimonio Histórico ha encontrado restos de la tracería calada y piezas reutilizadas originales de la fachada que Juan Guas levantó en el acceso occidental de la catedral de Ávila, en el siglo XV, ocultas por la fachada que Ceferino Enríquez de la Serna concibió en el siglo XVIII.

También se investiga, como estudio previo a su restauración, las capas de enlucido del atrio y la cara interna de la fachada, original de Juan Guas, para comprender la evolución histórica de esta parte de la catedral y favorecer una contemplación mejor del interior de la fachada, del siglo XV.

En un comunicado se explica que, entre las piezas destacables que han aparecido al levantar el revoco en algunas zonas, está el trabajo de la tracería del tímpano, que ahora permanecía cegada pero, en origen, era calada y tenía vidrieras, técnica inusual en la catedrales góticas castellanas y leonesas, más propia de las francesas.

Los restauradores consideran que los dos atlantes o salvajes a ambos lados de la puerta, en las jambas, también deben de ser originales de la fachada gótica del siglo XV, de Juan Guas.

En el siglo XVIII, la nueva fachada supera en altura a la del siglo XV, se coloca sobre ella y se rellena el espacio entre las dos, por lo que la fachada de Juan Guas queda oculta al exterior, tapada por la nueva, aunque continúa visible al interior de la catedral.

El objetivo actual de la Fundación del Patrimonio es proteger la portada y estudiarla en profundidad para que la intervención posterior sea un acierto, por eso se han desmontado las esculturas, que presentan un estado de conservación pésimo.

El alarmante deterioro de las esculturas y elementos decorativos de la portada y el evidente riesgo de desprendimiento de fragmentos y caída a la vía, con peligro para las personas, hicieron necesario incorporar al estudio petrológico una intervención preventiva, que incrementó en un 30% su coste, para bajar las tallas, consolidarlas e instalar una malla protectora que evita cualquier accidente y también impide la entrada de aves.

Todo ello forma parte de los trabajos previos para la restauración: un levantamiento planimétrico para obtener la representación gráfica de su estado actual, el estudio petrológico y las catas murales en el interior, para ajustar el proyecto, actualmente en redacción a las necesidades del inmueble.

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