El 'Prestige' tenía una vía de agua cuatro días antes del accidente, según dijo su tripulación

Tres de los cuatro acusados en el caso Prestige: (de izquierda a derecha) el capitán del buque Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos y el exdirector general de la Marina Mercante José Luis López-Sors.
Tres de los cuatro acusados en el caso Prestige: (de izquierda a derecha) el capitán del buque Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos y el exdirector general de la Marina Mercante José Luis López-Sors.
Cabalar / EFE
Tres de los cuatro acusados en el caso Prestige: (de izquierda a derecha) el capitán del buque Apostolos Mangouras, el jefe de máquinas, Argyropoulos Nikolaos y el exdirector general de la Marina Mercante José Luis López-Sors.

Algunos de los tripulantes del Prestige, el petrolero hundido frente a las costas gallegas en noviembre de 2002, se quejaron tras ser rescatados por el servicio de Salvamento de que llevaban "cuatro días" con "problemas" por una "vía de agua" antes del accidente.

El comandante de helicóptero del Helimer Galicia Francisco Muñoz Corrales ha aludido a una conversación, mantenida en el hangar con alguno de los 17 tripulantes de nacionalidad filipina rescatados en la tarde del 13 de noviembre, en la que se mostraban "bastante enfadados" con el capitán, Apostolos Mangouras, porque llevaban "cuatro días" con "problemas serios".

"Dijeron vía de agua", ha afirmado Muñoz Corrales al ser interrogado este martes por el abogado de la armadora sobre los "problemas" que sufría el petrolero, durante una nueva jornada del juicio que se celebra en A Coruña por la catástrofe medioambiental causada por el hundimiento del Prestige.

Esta revelación pone en duda la actuación del capitán del Prestige, quien lanzó la señal de socorro por una vía de agua a las 15.15 horas del 13 de noviembre de 2002. El capitán del "Prestige" ha sido acusado además de no haber colaborado para hacer firme el remolque del petrolero pese a recibir la orden por parte de el centro de Salvamento de Fisterra.

"Ni obedecieron, ni colaboraron en el remolque. Estaban esperando la autorización de la armadora", ha afirmado el comandante del helicóptero Pesca II, Francisco Guerrero, cuya orden era evacuar a los tres mandos que quedaban en el buque, el capitán, el oficial y el jefe de máquinas que se negaron a abandonar el buque.

Durante las horas posteriores al siniestro, los helicópteros Pesca I y Pesca II se encargaron de la evacuación de los tripulantes del petrolero, así como de vigilar la aparición de manchas en alta mar. A este respecto, los responsables de los medios marítimos y aéreos que participaron en las labores de rescate han coincidido en señalar la existencia de una mancha "densa" con una extensión de unas cinco millas que presumiblemente se dirigiría a tierra.

"Tarde o temprano (las manchas) irían a tierra", ha afirmado Jesus Calvo Figueroa, patrón del Sertosa 32, el primer remolcador que consiguió ayudar al barco. "Es lógico que fueran hacia tierra", ha corroborado el comandante del Helimer Galicia, Evaristo Álvarez. Estas afirmaciones vendrían a contradecir la versión del ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors, quien defendió la decisión de alejar el buque de la costa para evitar la contaminación.

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