El lunes, el senador demócrata y candidato a la Casa Blanca en las últimas elecciones presidenciales, John Kerry, animó a un un grupo de estudiantes a estudiar y hacer sus deberes. Según Kerry, "cuando uno estudia mucho, hace sus deberes y hace un esfuerzo por ser inteligente, puede tener éxito (...) De lo contrario, hay que conformarse con Irak".

El senador por Massachusetts, que recibió condecoraciones por su participación en la guerra de Vietnam, también acusó al Gobierno de Bush de llevar al país a la guerra en Irak con engaños y sin haber estudiado un plan adecuado para la etapa posterior a la intervención militar. Kerry apoyó, en su momento, la declaración de guerra a Sadam Hussein.

Ahora, y en un momento en el que los sondeos son favorables al partido demócrata, se valoran las consecuencias que tendrán las declaraciones de Kerry y el ruido mediático posterior en los resultados de las elecciones al Congreso, que se celebrarán el próximo martes.

La campaña americana en Irak, que ya ha dejado 2.118 soldados estadounidenses muertos, está centrando la carrera por el control del senado , que los demócratas pretenden convertir en un referendum sobre el presidente Bush.

Los republicanos responden

George Bush no ha tardado en reaccionar, exigiendo a su antiguo rival una disculpa, porque "se la debe" a los soldados norteamericanos.El presidente de EEUU defiende la inteligencia de sus soldados, diciendo que los soldados de las Fuerzas Armadas hacen el servicio militar "porque son patriotas".

Varios analistas destacan que las declaraciones de Kerry son en parte verdad, pues miles de norteamericanos de clase baja tienen al Ejército como única salida para obtener una formación de calidad y un trabajo estable.

En mítines posteriores, John Kerry, lejos de disculparse, explicó su postura, dirigida no a los soldados sino a la política de Bush: "Si alguien piensa que un veterano criticaría a los más de 140.000 héroes destacados en Irak y no al presidente que nos ha metido allí, es que está loco", en palabras del senador recogidas por su página web.

En ella, su equipo de relaciones públicas se afanan en atacar a la política de Bush en Irak y en resaltar el pasado heroico del antiguo candidato a la Casa Blanca.

El cruce de declaraciones sigue, con la aparición en escena del popular senador republicano John McCain, que fue prisionero en Vietnam. McCain señaló que la sugerencia de que sólo los estadounidenses menos educados accedan a enlistarse y luchar en Irak "es un insulto para cada soldado que hoy sirve en combate".

Paul Morin, comandante de la legión, se pronunció en el mismo sentido.

Una campaña 'caliente'

En la blogosfera se discute acaloradamente sobre las declaraciones de Kerry, sus intenciones y la conveniencia de que se disculpe, en medio de una campaña protagonizada por declaraciones de impacto, como las de Michael J. Fox, el popular actor protagonista de Regreso al futuro y aquejado de parkinson, que hace campaña por los demócratas.

Otro acontecimiento importante mermó la credibilidad del partido republicano, al saberse que uno de sus políticos 'estrella', Mark Foley, había sido el protagonista de un escándalo sexual con un becario menor de edad.

Los demócratas, que representan las reservas sobre el rumbo de la política norteamericana en Irak tienen, desde el comienzo de la campaña, una clara ventaja en los sondeos .