Lindsay Lohan ha tocado fondo y ella mismo lo sabe. La actriz quiere olvidar sus últimos años y volver a ser aquella niña inocente y buena que daba vida a las dos gemelas protagonistas de Tú a Londres y yo a California. Está tan decidida a recuperar las riendas de su vida que no va a dudar en pedir la ayuda de un profesional si fuese necesario.

Así lo asegura el portal de noticias TMZ, donde aseguran que la actriz de 26 años ha admitido que ha perdido completamente el control sobre su vida, a pesar de que parecía que había vuelto a encontrar su camino el pasado mes de marzo cuando concluyó su período de libertad condicional.

La jueza que llevaba su caso le aconsejó que saliese menos por la noche y se centrara más en su trabajo, pero no parece que haya hecho mucho caso a sus recomendaciones. Lohan ha vuelto a ser noticia por sus últimas fiestas y encontronazos con la Policía.

A pesar de ello, Lohan parece haber recapacitado y, tras muchas reflexiones, ha llegado a la conclusión de que por sí sola no puede salir del profundo y fangoso agujero en el que se ha metido.

"Está desconsolada. En numerosas ocasiones, ha llamado entre lágrimas a su abogada pidiéndole ayuda", comentaba un amigo de la actriz a TMZ. "Está dispuesta a acudir a la ayuda de un profesional si es necesario", señalaba la misma fuente.

Lohan, incapaz de hacer autocrítica, ha llegado a la conclusión de que todos sus problemas vienen marcados por su entorno. Un entorno formado por una familia mal avenida y unos amigos "oportunistas" que solo quieren acercarse a ella por su fama y dinero.