Al menos 24 personas, la mayoría menores y mujeres, han muerto este jueves y medio centenar han resultado heridas por el estallido de dos coches bomba en la periferia de Damasco. El día anterior, el Ministerio sirio de Interior había sido blanco de otro atentado.

Según la agencia oficial de noticias siria, Sana, la primera explosión tuvo lugar cerca del colegio Mijail Samaan, en la localidad de Qatana, 20 kilómetros al suroeste de la capital. Este primer atentado causó dieciséis muertos, siete de ellos menores, y veintitrés heridos. Además, resultaron dañados vehículos, tiendas y edificios colindantes.

Una fuente del hospital Jaled Saqa Ameni, donde fueron ingresadas las víctimas, apuntó que la mayoría de los heridos son menores y mujeres, algunos de los cuales se encuentran en estado grave.

Horas más tarde, un segundo coche estalló en la localidad de Yodeidat al Fadl, en la periferia de la ciudad. En esta ocasión, ocho personas, entre ellas tres mujeres y dos niñas, perdieron la vida y 33 resultaron heridas. Por su parte, los opositores Comisión General de la Revolución Siria y los Comités de Coordinación Local cifraron los fallecidos en esta explosión en diecisiete.

Como viene siendo habitual, Sana acusó del atentado a "grupos terroristas", como suele referirse el Gobierno a la oposición armada. Sin embargo, la Comisión culpó del estallido del coche bomba a los shabiha, milicianos progubernamentales. Este grupo, explicó que el atentado se perpetró junto a una panadería, done numerosos civiles hacen su compra diaria.

Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido los atentados, que se produjeron al día siguiente de que otras tres explosiones en la sede del Ministerio del Interior provocasen cinco muertos y 23 heridos. En ese caso, las víctimas fueron civiles y personal del Ministerio, aunque el ministro, Mohamed al Shaar, y otros cargos del departamento resultaron ilesos.

En ese caso, el grupo extremista Frente al Nusra, que lucha contra el régimen del presidente Bachar al Asad, ha asumido este jueves la autoría, al igual que ya había sucedido en otras ocasiones. En un comunicado en la red social Facebook, explicaron que dos terroristas suicidas cargados de explosivos se enfrentaron a los guardias del ministerio e hicieron detonar sus cinturones antes de que los coches estallasen por control remoto.

El atentado más grave ocurrido en Damasco fue el del pasado 18 julio contra la sede de la Seguridad Nacional, en el que quedó descabezada la cúpula de Defensa del país.

Por otro lado, este jueves prosiguieron los bombardeos y los choques entre fuerzas gubernamentales e insurgentes en las afueras de Damasco, sobre todo en las localidades de Muadamiya, Yalda, Arbín y Harasta. Así, los rebeldes se hicieron con el control del cuartel de Inshaat, en la zona de Shaba, en la carretera que conduce al aeropuerto, según han informado los Comités de Coordinación Local.

Ante el avance de los opositores al régimen, la principal valedora de al Asad, Rusia, ha admitido la posibilidad de que sea desbancado. "La tendencia señala que el régimen y el Gobierno han perdido el control sobre un territorio cada vez mayor", dijo el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mijail Bogdánov, quien apuntó que "una victoria de la oposición lamentablemente no se puede excluir".

Por su parte, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores salió al paso de las acusaciones estadounidenses sobre el uso de misiles Scud, lo que calificaron de "rumores", a la vez que denunciaron que "los grupos terroristas están usando armas sofisticadas en sus ataques contra civiles, Fuerzas Armadas e instituciones". El supuesto ataque con estos misiles supondría un cambio en las fuerzas ya que este tipo de armas son principalmente defensivas.