Hay pocas conclusiones, multitud de pasiones y odios que dificultan la objetividad sobre los aspectos positivos y negativos de los videojuegos, una polémica inagotable desde que se inventaron en los años setenta. Se dice de ellos que mejoran los reflejos, el razonamiento y la agilidad mental; también se ha alertado sobre el aislamiento social, la adicción y el comportamiento violento e impulsivo que pueden producir.

Su consideración como arte ha requerido un proceso de 40 años. Grandes exposiciones como la inaugurada en el Smithsonian de Washington en marzo de 2012 reivindican ahora a los videojuegos como una de las más importantes manifestaciones artísticas y sociales de la historia reciente.

El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) se suma al reconocimiento del videojuego como mucho más que un pasatiempo y anuncia la adquisición de 14 títulos editados entre 1980 y 2009 que inician una nueva categoría de obras de arte en la colección permanente de la institución, uno de los centros de arte contemporáneo con más influencia.

De los clásicos del arcade como Pac-Man (1980) y Tetris (1984); hasta Portal (2007), Passage (2008) y Canabalt (2009), la primera selección del MoMA es un grandes éxitos, una colección de imprescindibles que el centro quiere seguir ampliando con 40 títulos más en un futuro cercano.

El criterio de selección ha sido que los 14 juegos son ejemplos notables del diseño interactivo, un campo que el museo está especialmente interesado en explorar y coleccionar y que considera una de las expresiones creativas más destacables del arte contemporáneo. En el último año y medio, el MoMa se ha dejado asesorar por estudiosos, historiadores, críticos y conservadores digitales para la selección. Han tenido en cuenta la calidad visual, la experiencia estética que proporciona cada juego, la elegancia del código y la relación que el videojuego establece con quien lo maneja.

Entre los títulos que el centro tiene la intención de adquirir están Spacewar! (1962), Pong (1972), Snake (creado en los setenta y recuperado para los teléfonos Nokia en 1997), Donkey Kong (1981), Super Mario Bros. (1985), The Legend of Zelda (1996) y videojuegos recientes como Animal Crossing y Minecraft, ambos de 2011.

Las nuevas piezas ocuparán, a partir de marzo de 2013, el pabellón diseñado por el arquitecto Philip Johnson (1906-2005), fundador y exdirector del departamento de arquitectura del MoMa en los años treinta.