Las negociaciones en la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático de la ONU, que se celebra en Doha, permanecen atascadas en lo referente a la Convención y el Protocolo de Kioto, por lo que se prolongarán hasta la madrugada con vistas a lograr un acuerdo.

A última hora de la tarde, todavía había varios frentes abiertos en los diferentes grupos de negociación, entre ellos, la normativa de control para garantizar la transparencia en el cumplimiento de los diferentes mecanismos del Protocolo de Kioto.

Los países en desarrollo, agrupados en la Red del Tercer Mundo, han calificado este viernes como "débil" y "poco ambicioso" el borrador de acuerdo para la extensión del Protocolo de Kioto, que se estudia en la última jornada de la cumbre.

La representante de este grupo, Meenakshi Raman, señaló en una rueda de prensa que "los países en desarrollo consideran que no debe haber flexibilidad para las partes que no participarán en el segundo compromiso de Kioto".

Raman aclaró que el texto coordinado por Brasil y Noruega que han evaluado los ministros "es muy preocupante y débil", ya que propone una duración de ocho años para el segundo período de compromiso, "sin ambición".

La portavoz de la Red del Tercer Mundo insistió en que "los países en desarrollo tenían la esperanza de ver más progresos". En esta línea, explicó que en el borrador no se hace referencia a los derechos de propiedad intelectual en relación con la transferencia de tecnología para mitigación y adaptación.

Países como La India y Bolivia buscan un espacio que les facilite el acceso a esta tecnología, una circunstancia que, a juicio de los países desarrollados, puede poner en peligro la innovación. En esta tesitura, La India ha propuesto una redacción que no hable de derechos de propiedad intelectual, sino de barreras en la transferencia de tecnología.

Raman criticó la postura de Estados Unidos, que ha sido muy claro en todo el proceso, diciendo que no admitiría ninguna referencia a la propiedad intelectual en el texto. Opinó que EE UU "no puede jugar un papel constructivo en las negociaciones" y aventuró que las posturas de la Unión Europea, así como de algunos países que han abandonado Kioto como Japón, Rusia o Canadá, siguen la estela estadounidense.

Para la representante de la Red del Tercer Mundo, "todavía hay una oportunidad de luchar y la responsabilidad cae sobre los hombros de los países en desarrollo".

Sin descartar el escenario de que el Protocolo de Kioto salga adelante sin tener en cuenta la postura de los países en desarrollo, consideró que la decisión final será "política".

En la última jornada de la cumbre se analiza a contrarreloj principalmente los compromisos de la extensión de Kioto y las ayudas a prestara los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático. En este segundo aspecto, el borrador de acuerdo sobre financiación negociado por Maldivas y Suiza, que será valorado esta jornada por las partes, estipula que los países desarrollados se comprometen a movilizar conjuntamente hasta al menos 100.000 millones de dólares anuales (76.341 millones de euros) desde ahora al 2020.

El ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en una reunión con miembros de la delegación española y periodistas, reconoció que  "sigue abierto prácticamente todo, aunque lo más avanzado es el protocolo". En esta línea, aventuró que "es probable que coloquen a los ministros ante textos definitivos, habiendo muchos países que no aprobarán los textos actuales".

Arias Cañete añadió que el sistema previsto para la gestión del superávit de emisiones no es suficientemente ambicioso, aunque aclaró que el texto actual encaja con la mayoría de las exigencias de la UE y España. En referencia al Protocolo de Kioto, "nosotros podemos funcionar con el texto tal como está", dijo el ministro.

Para España no es aceptable el texto que se refiere a las ayudas a la cooperación de largo plazo, que debe ser revisado, pese a haber mucha dificultad para aprobarlo por su elevada carga política.

Por otra parte, los temas más importantes de la Convención están abiertos y el consenso es muy limitado, mientras que se está trabajando en un texto de conclusiones sobre la Plataforma Durban con vistas a 2015.