Muere a los 104 años Óscar Niemeyer, revolucionario y padre de la arquitectura moderna

  • El célebre arquitecto permanecía ingresado desde inicios de noviembre por una insuficiencia renal y dos hemorragias digestivas.
  • Niemeyer plasmó su inquebrantable fe en el comunismo en muchas de sus obras por todo el mundo.
  • Al lado del urbanista Lucio Costa, otro estalinista declarado, Niemeyer creó de la nada Brasilia, la nueva capital de Brasil desde 1960.
  • Recibió el Príncipe de Asturias en 1989.
  • Dilma Rousseff: "Brasil perdió hoy a uno de sus genios".
Fotografía de archivo del 14 de diciembre de 2007 que muestra al arquitecto brasileño Óscar Niemeyer en la ciudad de Rio de Janeiro. Niemeyer falleció el miércoles 5 de diciembre de 2012, a los 104 años de edad.
Fotografía de archivo del 14 de diciembre de 2007 que muestra al arquitecto brasileño Óscar Niemeyer en la ciudad de Rio de Janeiro. Niemeyer falleció el miércoles 5 de diciembre de 2012, a los 104 años de edad.
EFE/ Marcelo Sayão
Fotografía de archivo del 14 de diciembre de 2007 que muestra al arquitecto brasileño Óscar Niemeyer en la ciudad de Rio de Janeiro. Niemeyer falleció el miércoles 5 de diciembre de 2012, a los 104 años de edad.

El arquitecto brasileño Óscar Niemeyer ha fallecido este miércoles a los 104 años de edad, según fuentes hospitalarias. El célebre arquitecto, quien permanecía ingresado desde el pasado 2 de noviembre en el Hospital Samaritano de Río de Janeiro, murió a las 21.55 horas local (0:55 hora española), precisó una portavoz del centro médico.

La salud de Niemeyer, considerado el padre de la arquitectura brasileña moderna, se había agravado considerablemente en las últimas horas y permanecía sedado y con respiración asistida, según el último parte médico.

El doctor que atendía a Niemeyer, Fernando Gjorup, certificó que el cuadro clínico del paciente se había complicado con una infección respiratoria. Creador de los principales edificios públicos de Brasilia, Niemeyer fue ingresado en el Hospital Samaritano hace 33 días debido a dificultades para alimentarse e ingerir líquidos, pero su estado se agravó paulatinamente con dos hemorragias digestivas y una insuficiencia renal que forzó a someterlo a hemodiálisis.

Brasil llora a "uno de sus grandes"

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que "Brasil perdió hoy uno de sus genios", al lamentar en una nota oficial el fallecimiento del centenario arquitecto Oscar Niemeyer, a quien definió como "revolucionario".

"Su historia no cabe en las planchetas. Niemeyer fue un revolucionario, el mentor de una nueva arquitectura, bonita, lógica y, como él mismo definía, inventiva", expresó Rousseff en una nota divulgada por el Palacio de Planalto, sede de la presidencia y una de las obras diseñadas por el artista.

"De la sinuosidad de la curva, Niemeyer diseñó casas, palacios y ciudades. De las injusticias del mundo, él soñó una sociedad igualitaria", agregó la mandataria, que dijo que fue "un gran brasileño".

"Y pocos soñaron tan intensamente e hicieron que tantas cosas ocurrieran como él", agregó la presidenta, quien recordó que Niemeyer, junto con Lucio Costa, es el "autor intelectual de Brasilia", la ciudad creada en medio de la nada en los años 60 para ser la nueva capital de Brasil.

Fuentes de la Presidencia informaron de que el velatorio de Niemeyer tendrá lugar mañana a una hora que no fue precisada en el Palacio de Planalto. De acuerdo con esta versión, la presidenta se puso en contacto con su familia para ofrecerle las dependencias del palacio que él mismo diseñó y la propuesta fue aceptada.

Destacadas personalidades del mundo de la política y la cultura han expresado su pésame por la noticia, entre ellas el cantautor brasileño Chico Buarque.

"Oscar Niemeyer tuvo una vida muy bonita. Fue uno de los mayores artistas de su tiempo y un hombre mayor que su arte", dijo el célebre cantante.

Comunista inquebrantable

Niemeyer, prolífico y revolucionario arquitecto, padre de Brasilia, ha muerto diez días antes de cumplir los 105 años y deja un enorme vacío en la profesión que le ocupó hasta prácticamente el último día de su vida.

Revolucionario en sus diseños y en su ideología, Niemeyer plasmó su inquebrantable fe en el comunismo en muchas de sus obras por todo el mundo, con las que buscó contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Grabó su impronta comunista con sutileza en obras como la iglesia de la Pampulha, de la ciudad de Belo Horizonte, cuyas sinuosas curvas recuerdan a una hoz y un martillo, lo que llevó al Episcopado a desconfiar y a retrasar la consagración del templo una década.

El símbolo socialista también quedó plasmado de forma más osada todavía en el mausoleo del expresidente brasileño Juscelino Kubitschek, que fue construido en Brasilia cuando el país era gobernado por una dictadura militar que le obligó a exiliarse entre 1967 y 1982, la mayor parte del tiempo en París.

Creó Brasilia de la nada

Al lado del urbanista Lucio Costa, otro comunista declarado, Niemeyer creó de la nada Brasilia, la nueva capital del país desde 1960 y que ambos aspiraban convertir en una ciudad ideal.

A disgusto con la evolución de la capital y también por su miedo congénito a volar, Niemeyer no participó en abril de 2010 en la fiesta del 50 aniversario de esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que acoge su mayor conjunto arquitectónico.

"Después de que se inaugurara Brasilia, llegaron los hombres del dinero, del capital, y todo cambió. Llegaron la individualidad y la vanidad más detestables y los hábitos cambiaron gradualmente, para adquirir aquellos de la burguesía que reprobamos", comentó Niemeyer con motivo del cincuentenario de la capital.

De sus plantillas surgieron los palacios, edificios de Gobierno, la catedral y los principales edificios de esta ciudad que, al igual que el resto de su obra, están marcados por curvas atrevidas y sensuales, además de por compaginar funcionalidad y belleza plástica.

En un documental sobre su vida, el arquitecto afirmó que siempre que le encargan un edificio, intenta hacerlo "bonito, diferente y que genere sorpresa", para que los pobres puedan disfrutar de su arte, a diferencia de otras disciplinas a las que no tienen acceso.

Recibió el Príncipe de Asturias en 1989

Pionero en el uso del cemento armado como un elemento dúctil con funcionalidad artística, Niemeyer fue invitado en 1947 a formar parte de la comisión de arquitectos que diseñó la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, liderada por Le Corbusier, su mentor.

Desde ese proyecto, el brasileño siempre exploró una arquitectura libre que huye del excesivo racionalismo y redundó en el uso y abuso de las curvas, con las que ha buscado reflejar el perfil femenino y romper con todo tipo de convencionalismos.

Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho nació en Río de Janeiro el 15 de diciembre de 1907 en el seno de una familia acomodada y religiosa. Se casó a los 21 años con Anita Baldo, con la que compartió 75 años de su vida y con la que tuvo su única hija, Ana María, que posteriormente le daría cinco nietos y 13 biznietos.

Entre otros muchos galardones, recibió en 1988 el premio Pritzker, el mayor reconocimiento en el mundo de la arquitectura; el Lenin de la Paz (1963), el Príncipe de Asturias (1989), el León de Oro de la Bienal de Venecia (1996), el UNESCO de la Cultura (2001) y la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno de España (2009).

A pesar de sus quebrantos de salud el infatigable Niemeyer trabajó casi hasta el final de sus días en diversos proyectos y, en vísperas del carnaval pasado, en una de sus últimas apariciones públicas, visitó el sambódromo de Río de Janeiro, otra de sus creaciones, para ver las obras de ampliación del recinto

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