"La gente está muy desesperada, sobre todo en esta zona de España. La crisis golpea aquí muy duro". Fuentes de Vigilancia Aduanera no le dan otra explicación a lo que uno de sus agentes vivió la tarde del miércoles 28 de noviembre en la pedanía de Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

Esa tarde, sobre las 19.00 horas, un helicóptero de Vigilancia Aduanera sorprendió en el río Guadalquivir a su paso por Bonanza, que es el puerto pesquero de Sanlúcar, a una lancha que al parecer llevaba un alijo de hachís procedente de Marruecos.

En la playa de Bonanza la lancha se detuvo y empezó a descargar los fardos de hachís. El helicóptero decidió intervenir y los alijadores huyeron, dejando la droga tirada, parte en la playa y parte en la embarcación.

Fue en esos momentos cuando un agente de Vigilancia Aduanera, que iba en el helicóptero, decidió descender a tierra para hacerse con el control de la droga mientras esperaba a los refuerzos que iban a llegar por tierra.

No hizo falta. Mientras el agente esperaba solo en la playa, ya que el helicóptero nunca llegó a aterrizar, una turba de vecinos llegó a la zona y empezaron a apoderarse de los fardos. "Había entre 60 y 70 fardos, y cada uno suele llevar unos 30 kilos de hachís", señalan a 20minutos.es las mismas fuentes. "El agente hizo lo que pudo. Sacó su arma e hizo disparos de aviso en dirección al agua, para no herir a nadie. Pero no sirvió de nada. Le llegaron a agredir, a arrancar la camisa y tuvo que huir. ¿Qué hubiera podido hacer ante tanta gente".

El agente, "un observador", en el argot de Vigilancia Aduanera, fue rescatado por el helicóptero, que siguió volando sobre la zona mientras observaba cómo decenas de personas se llevaban la droga. "Había incluso menores, familias enteras. Algunos llegaron a tirar piedras al aparato". Hace muchos años que no pasaba algo así, explican las mismas fuentes, que matizan que esa zona es una localidad "muy deprimida, con mucho paro, donde mucha gente vive del hachís, y donde el narcotráfico está aceptado socialmente".

Lo sorprendente es cómo los vecinos de Bonanza se enteraron enseguida que había droga en la playa. "Supongo que oyeron el helicóptero y el boca a boca a actuó muy rápido".

Un vecino llegó a grabar incluso un vídeo de dos minutos, que colgó en YouTube (ver arriba), en el que se puede ver gracias a la luz del helicóptero, que enfoca a la playa, como un trasiego de personas se lleva la droga.

La Guardia Civil, que trasladó agentes antidisturbios a Bonanza, no ha podido recuperar la droga. "Va a ser prácticamente imposible. El pueblo entero guardará silencio", explican fuentes antidroga de la Guardia Civil. Estas fuentes recalcan que cada fardo cuesta unos 48.000 euros, "fíjate todo lo que tiene una familia para ir tirando si coloca la droga".

Las fuentes de la Benemérita explican que hace años se vivían episodios muy parecidos en Barbate. "Ahora hay mucha gente necesitada. Gente que detenemos sin antecedentes, padres de familia que se meten en el negocio de hachís". Sucesos como estos, recalcan, no tienen ninguna reprobación social. "Se ve como políticos, banqueros y empresarios roban, cómo van a pensar estas personas que robar y traficar para dar de comer a su familia está mal. Es imposible".