Las pruebas de ADN practicadas por los Mossos d'Esquadra al sudor de un hombre, después de que el conductor de un vehículo fuera asesinado en una discusión de tráfico, han determinado que las gafas halladas en el lugar en que fue apuñalada la víctima son del presunto homicida, quien niega ser autor del hecho.
Prisión preventiva
El 28 de junio en la Via Sant Ignasi de Manresa (Barcelona), poco antes de las cinco de la tarde, cuando el presunto homicida, Rafael G. A., de 33 años, detenido el 20 de septiembre y que está en prisión preventiva, apuñaló al conductor.
Las pruebas científicas, practicadas por los especialistas de la policía autonómica, han permitido identificar el ADN del presunto homicida en el sudor de las gafas halladas en el lugar de los hechos, según fuentes de la investigación.
"Probablemente, se le cayeron porque las llevaba a modo de diadema", ha conjeturado uno de los investigadores.
Discusión de tráfico
La prueba de ADN ha sido trasladada al juzgado de instrucción número 5 de Manresa, que lleva las diligencias del caso por la muerte de Emile Gabriel P., de 25 años, vecino de Manresa y de origen rumano.
Según los testigos, una furgoneta de color azul, en la que viajaban un hombre y una mujer, circulaba haciendo eses y detrás iba un turismo, conducido por Rafael G.A., quien, al ver los movimientos de la furgoneta, tocó el claxon.
A continuación ambos se pararon y los dos conductores salieron de sus vehículos.
Puñalada mortal
Rafael G.A. empujó al otro chófer y le apuñaló mortalmente con un arma blanca, tras lo cual huyó en su vehículo.
La policía autonómica logró detener después al presunto homicida tras un dispositivo y encontrar en el lugar del crimen las gafas de sol que ahora se pueden convertir en la prueba definitiva contra el acusado.
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