Telemadrid: de autonómica de referencia a ruina económica y "paradigma de manipulación"

  • La Comunidad ha ordenado un ERE de 925 personas en la radiotelevisión pública, el 80% de la  plantilla actual.
  • Tras ejecutarlo, el Ejecutivo quiere venderla a empresarios interesados.
  • Acumula la mayor deuda de su historia (260 millones) y la peor audiencia  (4,8%).
  • Trabajadores y exresponsables coinciden en que el desprestigio de la cadena coincide con la llegada de Esperanza Aguirre al Gobierno regional.

"Telemadrid y Onda Madrid eran lo mejor. Lo que decíamos iba a misa y toda la Forta (la federación que agrupa a las televisiones y radios públicas del país), además de Televisión Española, nos creían a pies juntillas. Ahora, somos el hazmerreír, el paradigma de la manipulación".

Este testimonio sobre los medios regionales de titularidad pública pertenece a un exdirector, responsable de programa y, aún hoy, trabajador de Telemadrid.

La cadena va a presentar en los próximos días ante la autoridad laboral un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que propondrá el despido de 925 de sus 1.170 trabajadores. Según la dirección, "no hay más remedio"; la estructura está "obsoleta" y es "insostenible" en el actual contexto de austeridad y caída de los ingresos por publicidad.

Sin embargo, los trabajadores y los sindicatos advierten que a esta situación no se ha llegado por casualidad, sino por la gestión "desastrosa", las "inversiones ruinosas" y la "manipulación" ejercidas durante los años de Esperanza Aguirre al frente del Gobierno regional.

Estas son las claves de la situación de la que fue, en su día, la televisión autonómica de referencia y el espejo de otras regiones.

La creación

Telemadrid (oficialmente, Ente Público Radio Televisión de Madrid) nació el 2 de mayo de 1989 con un equipo de 28 personas dirigido por el reconocido periodista Pedro Erquicia (Informe Semanal, Documentos TV), que fue elegido por unanimidad. Su intención, como la definió el entonces presidente regional, Joaquín Leguina, era ser un medio de "filosofía pluralista y democrática". Su radio, Onda Madrid (101.3 y 106 FM) había comenzado a emitir el 18 de febrero de 1985.

Su imagen es la estrella de cinco puntas que corona la torre del centro de producción y emisión de la Ciudad de la Imagen (Pozuelo), un edificio de 27.000 metros cuadrados que fue inaugurado en 1997. Antes, Telemadrid estuvo en la calle de Espronceda, sede de la agencia estatal de noticias Efe. Las autonómicas de Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía ya existían cuando comenzó a emitir.

El prestigio

En los años 90 se configuró como una referencia del panorama radiotelevisivo nacional. Sus informativos servían de referencia al resto de medios de la Forta, a quienes surtían de material aprovechando que era el medio público de la capital de España. A ello unía las retransmisiones deportivas, el cine y la producción propia.

Telemadrid creó programas de referencia como los multipremiados Madrid Directo o Madrileños por el Mundo —imitados hoy por el resto de cadenas y por TVE—, Sucedió en Madrid o Fútbol es Fútbol. Inés Ballester, Alipio Gutiérrez o Javier Reyero fueron las caras más conocidas. En el año 1998 alcanzó su cuota máxima de pantalla, con un 20,6%.

Llega Aguirre

En 2003, Esperanza Aguirre gana las segundas elecciones regionales que se celebrarían en menos de cinco meses por culpa del 'tamayazo'. Nombra director general del ente a Manuel Soriano, periodista que había sido su jefe de prensa en el Ministerio de Educación y el Senado.

El resultado del cambio lo explica así un veterano de la casa: "Gallardón jamás se metió en nuestro trabajo. Había que sacarle, como es lógico, pero nunca recibimos presiones como pasó con Aguirre. Desde entonces, estábamos al servicio de la presidenta y contra el Gobierno de Zapatero. E incluso contra Rajoy cuando se ordenaba".

"Los informativos del canal público se convirtieron en una especie de vertedero de sectarismo, mal tono y amarillismo", afirmó hace pocos días en su blog el que fuese exdirector de Onda Madrid, Jorge Martínez Reverte. Coincide con él Francisco Giménez Alemán, último responsable de Telemadrid al que nombró Alberto Ruíz-Gallardón y que se expresa claramente: "La manipulación de Telemadrid es tan zafia que la ve cualquiera".

Aguirre nunca ocultó su deseo de privatizar la cadena. "No creo en los medios públicos", reiteró en 2011.

La 'redacción paralela'

Manuel Soriano comenzó de inmediato la confección de lo que en la Ciudad de la Imagen se conoce como la 'redacción paralela', un grupo de periodistas de la casa y contratados externos afines al Partido Popular encargados de elaborar los informativos y los espacios de opinión. "Los que no quisimos colaborar cuando la cosa nos empezó a parecer fuera de los límites éticos, fuimos apartados", sostiene un redactor de informativos relegado de la primera línea.

De la cosecha de esta redacción han salido materiales como el vídeo sobre un supuesto "auténtico coladero de inmigrantes ilegales" en la Terminal 4 Barajas en 2008 permitido por el gobierno de Zapatero; o el uso de fotos de agresiones a policías en Grecia para ilustrar una protesta del movimiento 15 -M madrileño en junio de 2011.

El presentador que dio paso al primero era Julio Somoano, elegido hoy por el PP como director de los servicios informativos de Televisión Española. La segunda información la ofreció María López, después ascendida a jefa de editores de Telemadrid.

En noviembre de este año, Hermann Tertsch grabó su crónica de opinión sobre la huelga general del 14-N un día antes de que esta se produjera. En ella aseguraba que el paro había sido un "fracaso".

La plataforma Salvemos Telemadrid ha reunido medio centenar de vídeos que, aseguran, dejan clara la "manipulación" a la que se ven sometidos los madrileños. En Onda Madrid, subrayan, esta manipulación es más sutil, pero se da "de la misma forma".

El episodio más relevante ocurrió en abril de 2005. Manuel Soriano dirigió una nota a Regino García-Badell, jefe de gabinete de Esperanza Aguirre, en la que le comunicaba que el documental que la cadena pública había preparado sobre los atentados del 11-M había quedado "bastante bien cinematográficamente e... ideológicamente". Cuando la nota se hizo pública, Soriano no pudo negarlo, pero alegó que su divulgación suponía un "atentado" contra su intimidad.

A Soriano le siguieron Isabel Linares y José Antonio Sánchez. La línea no ha cambiado. Salvemos Telemadrid señala a una veintena de cargos "colocados a dedo" por su vinculación al PP.

Los conflictos

La existencia de un grupo de periodistas dispuestos a elaborar las informaciones que otros no quieren firmar ha derivado en numerosos conflictos. El comité de empresa, formado por CC OO, UGT y CGT, ha recurrido con asiduidad a la huelga y a los paros parciales —siempre con el respaldo de la mayoría de la asamblea de trabajadores—para denunciar esta situación. Solo entre 2004 y 2010, los sindicatos convocaron más de 20 huelgas. Los últimos se han producido tras conocerse el ERE.

La dirección de Telemadrid afirma que siempre ha estado abierta al diálogo, pero este nunca ha dado resultado, lo que ha llevado las emisiones de televisión a negro y el silencio a la radio como forma de protesta. La cadena fue condenada en 2010 y 2012 por vulnerar la libertad sindical y del derecho a la huelga.

Las inversiones "ruinosas"

Ni la dirección ni el informe del que parte el ERE —elaborado por las empresas Deloitte y Cuatrecasas— mencionan la gestión económica como parte del problema de Telemadrid. En cambio, se centra en su "excesiva plantilla", que entre 2007 y 2011 se redujo de 1.442 a 1.159, y en su alto coste para las arcas regionales. Sin embargo, Isabel Linares presumía en 2011 de que era la autonómica que más barata salía a sus habitantes, con 17,1 euros por habitante y año.

Para el comité de empresa, sin embargo, las "adjudicaciones a amiguetes" y la "mala gestión" están detrás del plan de Esperanza Aguirre e Ignacio González para desmantelar el ente.

Como ejemplos destacan los 15 millones de euros con los que financió la película 'Sangre de Mayo' de José Luis Garci -con un programa en la cadena-, que fracasó en taquilla. O la producción de los programas de Fernando Sánchez-Dragó o Cristina Tárrega, que ha mantenido en pantalla a pesar de sus testimoniales cifras de audiencia.

Especialmente relevante para los sindicatos es el caso de Enrique Cerezo. El presidente del Atlético de Madrid y productor audiovisual obtuvo en 2008 un contrato de 2 millones para emitir el programa Madrid Superstar, cancelado por falta de audiencia.

Participa con un 30% de la sociedad en Multipark S.A., encargada de gestionar en exclusiva toda la publicidad de Telemadrid, Onda Madrid, Telemadrid Sat, La Otra y la página web de Radio Televisión Madrid. Su distribuidora, Video Mercury Films, ha ingresado por derechos cinematográficos, al menos 1,1 millones euros desde 2004, según afirmó José Antonio Sánchez en la Comisión de Control del Ente en mayo de este año.

La operación más abultada se produjo en 2007, cuando una sociedad participada por Telemadrid y Caja Madrid adquirió los derechos audiovisuales del Atlético de Madrid y el Getafe por cinco temporadas (desde la 2009-2010 hasta la 2013-2014) por 306 millones de euros. Rafael Simancas, entonces líder del PSOE calificó la operación de "ruinosa".

La caída

Telemadrid comenzó a perder audiencia de forma progresiva en 1998 por el auge de las televisiones privadas. Del 20,6% de cuota de pantalla en 2008 pasó al 17,1% en 2003. Aquí se la encontró Esperanza Aguirre. Cuando la presidenta dejó el cargo en 2012, la audiencia estaba en el 5%, una caída de 12,1 puntos.

En paralelo, su solvencia económica ha descendido en picado. Entre 2006 y 2011, la Comunidad tuvo que aportar 109 millones de euros extras repartidos en varios ejercicios para arreglar las desviaciones consecutivas de los presupuestos elaborados por sus gestores. En 2012, entró en situación de quiebra técnica y solicitó a la Comunidad 88 millones para afrontar vencimientos de pago a los que no podía hacer frente.

Para 2013, el presupuesto sería de 85,8 millones de euros, casi la mitad que en 2012.

El ERE

Para cumplir su plan de privatización, la Comunidad necesitaba aligerar la plantilla para poder tener un ente atractivo de cara a su venta a empresas privadas. Por ello, adjudicó a la consultora Deloitte y al despacho de abogados Cuatrecasas la elaboración de un plan de reestructuración por el que les ha pagado 140.000 euros sin contar el IVA.

La medida es innegociable, a decir de la dirección, que no ha aceptado los planes de bajas voluntarias, despidos pactados o ahorro de costes de los empleados. En caso contrario, aseguró el presidente regional, Ignacio González, Telemadrid será cerrada y desmantelada.

El futuro

Según el plan de Deloitte-Cuatrecasas, Telemadrid dejará de existir como se la conoce. Para empezar, prescindiría de sus informativos matinales y únicamente se quedaría con el Telenoticias de medio día y el nocturno, los más vistos. Las retransmisiones deportivas y taurinas quedarían descartadas por su elevado coste. En total, permanecerían unos 180 trabajadores, 90 de ellos adscritos a informativos.

La producción propia quedaría anulada y sería externalizada, llegando incluso a dejar en manos de productoras Madrid Directo y Madrileños por el Mundo. El resto del tiempo, la pantalla se llenaría con películas, series compradas y redifusiones. Como medidas más drásticas, se propone prescindir del segundo canal, La Otra, y, llegado el caso, de Onda Madrid.

Teresa García, presidente del comité de empresa, asegura que Telemadrid es viable, pero que el Gobierno regional se niega a reconocerlo. "Nos han llevado hasta aquí, cuando llevamos 25 años trabajando, para desmantelarnos. Somos un servicio público de los madrileños y nos quieren cerrar. Cuando no estemos, nos echarán de menos", se lamenta.

Enrique Cerezo o Miguel Ángel Rodríguez, que formó parte de los Gobierno de José María Aznar, están entre los interesados en la adquisición, sea completa o por partes.

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