La cirugía estética se vuelve contra Hillary Clinton en su carrera electoral

  • Su oponente en las elecciones ha asegurado que se ha gastado "millones en el bisturí".
  • El republicano tenía pensado "llamarla lesbiana" durante los debates.
La campaña para renovar la Cámara de Representantes y el Congreso ha entrado en su fase más sucia con la propagación del chisme de que la demócrata Hillary Clinton se ha gastado "
millones" en
cirugía estética.

El comentario lo hizo John Spencer, el republicano que disputa a la mujer del ex presidente Bill Clinton su escaño de senadora y casi un perfecto desconocido que ha ganado con "la revelación" más publicidad que con el resto de su carrera política.

Según Ben Smith, reportero del tabloide neoyorquino Daily News, Spencer le comunicó "el secreto" en el prólogo del primero de los tres 'cara a cara' que ha mantenido con Hillary Clinton antes de las elecciones previstas el próximo 7 de noviembre.

De acuerdo con el periodista, el candidato republicano atribuyó a "los millones que se ha gastado en el bisturí" el atractivo físico de su rival demócrata, de quien reconoció que "esta guapa".

Smith asegura también que Spencer contrastó el actual aspecto de Hillary Clinton con el que tenia "de joven" y que no le merecía tan buen juicio, hasta el punto de que confesó que "no entiendo como Bill (Clinton) se casó entonces con ella".

Tras hacerse eco la prensa del chisme, el candidato republicano se desdijo y afirmó que sólo había expresado su opinión de "como cambia la gente con el paso de los años".

La explicación no dejó satisfecha a Hillary, que sin salir ni entrar en si ha pasado por el quirófano fustigó a Spencer con el aserto de que "se trata de alguien que cuando no tiene nada que decir penetra en terrenos pantanosos".

Spencer fue elegido a última hora como candidato de su partido ante la falta de un aspirante de peso con el que hacer frente a Hillary Clinton, muy popular en el estado de Nueva York y que defiende uno de los dos escaños que lo representan en el Senado.

Pero lo cierto es que Spencer ha concitado esta semana a sus 60 años más atención que en toda su anterior trayectoria política, cuyo principal jalón había sido ocupar la alcaldía de Yonkers, un pueblo en los suburbios de la ciudad de los rascacielos.

La polémica suscitada por el chisme -en la que no han faltado las condenas de grupos feministas, que acusaron a Spencer de machista-, se ha visto alimentada por otro comentario atribuido al candidato republicano y que para muchos está aún mas fuera de sitio.

Según Phil Reisman, columnista de The Journal News -un diario del condado de Westchester, al que pertenece Yonkers-, Spencer le adelantó antes de sus debates con Hillary que iba a ser agresivo verbalmente con ella, "aunque no quiero llamarla lesbiana".

"Ya sabes como soy, las palabras se me escapan, aunque no quiero llamarla lesbiana", relata Reisman que Spencer le dijo por teléfono.

Reisman precisó que después escucho risas a través del auricular.

En esta ocasión fue Rob Ryan, portavoz de Spencer, quien salió al paso para declarar a The New York Times que el candidato republicano "pide perdón si ha ofendido a alguien".

Mas allá de cirugías estéticas y orientaciones sexuales, no es la primera vez que la repercusión electoral del físico de Hillary Clinton a sus 59 años es objeto de dimes y diretes.

Para la actriz Sharon Stone, la estrella más sexy de Hollywood, la esposa del ex presidente Clinton "debería esperar al ocaso de su sexualidad para lanzar su carrera a la Casa Blanca".

"Hillary aún tiene poder sexual, y no creo que la gente lo acepte. Es muy amenazador", dijo Stone en alusión a la pretendida aspiración de Hillary de ser en 2008 candidata a la presidencia de EEUU.

El comentario de Sharon Stone inspiró al artista Daniel Edwards una escultura con el título de "Busto Presidencial" que representa a Hillary Clinton de forma realista; con la mirada altiva, los hombros al descubierto y unos senos que desbordan bajo un escote de encajes.

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