El número de extranjeros en paro se ha triplicado desde el tercer trimestre de 2007, cuando estalló la crisis, hasta el tercer trimestre de 2012, al pasar en este periodo de 380.000 desempleados a un total de 1.182.400, según un informe de la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (Agett).

Así, la tasa de paro de la población extranjera se ha multiplicado por más de tres en este periodo, desde el 11,8% del tercer trimestre de 2007 al 34,8% del tercer trimestre de este año, lo que significa que uno de cada tres extranjeros que quieren y pueden trabajar está en paro.

En esos cinco años, la cifra total de personas sin empleo en España ha crecido en casi cuatro millones de personas, de los que 802.400 son extranjeros, es decir, el 20,1% del total. En conclusión, uno de cada cinco parados que se han generado en España durante la crisis es extranjero.

Agett subraya que el peor año de la crisis para este colectivo fue 2009, igual que ocurrió en el conjunto de España. De hecho, el número de inmigrantes en paro superaron por primera vez el millón durante el primer trimestre de 2009.

El perfil del parado extranjero se corresponde con el de un varón, de entre 25 y 44 años, cuya máxima formación es la secundaria. En este sentido, la patronal de grandes ETT señala que, como en casi todos los colectivos, también entre los trabajadores inmigrantes, la tasa de paro es menor cuanto mayor es la formación, y viceversa.

Así, la tasa de paro de los extranjeros analfabetos alcanza el 57,6%, mientras que para los que tienen educación primaria es del 43,5%.

Los que tienen educación secundaria se mueven en valores superiores al 30%; los de educación superior están en un 26%, y los extranjeros con doctorado presentan una tasa de desempleo del 15%.

Desde un punto de vista regional, las comunidades con más paro entre los extranjeros están encabezadas por La Rioja y Murcia, con tasas del 34,6% y del 31,2%, respectivamente, seguidas de Madrid (29,4%) y Cataluña (27,4%).

Sin embargo, en otras regiones, como Extremadura, Galicia y Cantabria, el colectivo de extranjeros apenas llega a representar a uno de cada diez desempleados, debido probablemente a la "escasa incidencia" de la inmigración en estas comunidades, según Agett.

Desde que arrancó la crisis, se han destruido 635.000 empleos ocupados por extranjeros. País Vasco, Extremadura y Asturias son las comunidades que han destruido empleo extranjero a un mayor ritmo durante el último año, mientras que Canarias, Andalucía, Cantabria, Aragón, Galicia y Baleares lograron crear empleo extranjero en ese periodo.