'Villadesahucios' se une para evitar que otra familia pierda su casa en Barcelona

  • Es el tercero que paralizan este mes de noviembre.
  • Una mujer y su hija iban a perder su piso.
  • Tienen 30 días para hallar una solución.
Los manifestantes aplaudieron cuando se anunció la suspensión del desalojo de Yaa y su hija.
Los manifestantes aplaudieron cuando se anunció la suspensión del desalojo de Yaa y su hija.
M.P.
Los manifestantes aplaudieron cuando se anunció la suspensión del desalojo de Yaa y su hija.

Decenas de personas lograron este martes, por segunda vez y pese a la lluvia, suspender el desalojo de Yaa Mankwah y su hija de su piso de la calle Pedraforca, en el barrio barcelonés de Villadesahucios, como denominan irónicamente los vecinos a Ciutat Meridiana. Ahora tienen un mes para encontrar una solución con la entidad financiera y Yaa, quien tenía todas sus cosas empaquetadas, estaba tan agradecida que se despidió uno a uno prácticamente de todo el mundo.

Yaa compró el piso en 2007, seis años después de llegar a Barcelona desde su Ghana natal, y firmó con el Deustche Bank una hipoteca por más de 200.000 euros. Solo pudo pagar las cuotas, que llegaron a los 1.230 euros, durante dos años, pues se quedó sin trabajo. Su hija, de 26 años, y su compañero de piso, también están en el paro.

Para la asociación de vecinos, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la asociación 500x20, que convocaron la concentración, se trata de una pequeña victoria que se suma a las conseguidas los días 9 y 15, cuando consiguieron frenar otros dos desahucios: el de dos hermanas que viven con sus tres hijos de 3, 6 y 12 años en el número 27 de la misma calle, y el de un matrimonio con tres niños de 6, 7 y 8 años, en el número 67 de Perafita.

"La asociación de vecinos tiene constancia de un centenar de casos más en Ciutat Meridiana", advirtió a 20minutos su presidente, Fili Bravo, quien cifra en 300 los desahucios ejecutados desde que empezó la crisis, y teme que haya 400 más antes de que termine. De cumplirse los pronósticos, y teniendo en cuenta que en el barrio hay 3.650 viviendas, al final una de cada cinco habrá sido desalojada.

El último fue el 17 de octubre, cuando la comitiva judicial apareció sin avisar para desahuciar a una mujer y a su bebé de 16 meses. Según Bravo, no pudieron recuperar sus pertenencias hasta el 5 de noviembre, por lo que los vecinos hicieron colectas para ayudarlos.

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