Los electrodomésticos se suben al carro de la tecnología 2.0

Lunes por la mañana. Te levantas aún adormilado y te diriges a la cocina. Cuando llegas, un televisor de plasma ubicado en la puerta de la nevera te cuenta las noticias del día, la vitrocerámica te carga el teléfono móvil mientras el aroma del café inunda las habitaciones y el robot aspirador deja el salón como una patena. ¿Ciencia ficción? No, la casa del futuro, hoy.

Las marcas de electrodomésticos apuestan fuerte por una manera de entender nuestros hogares absolutamente ligada a la más moderna tecnología. Y el público responde. Eduardo Salva, informático y geek confeso, compró hace un lustro uno de los más modernos modelos de robot aspirador del mercado, el hoy popular Roomba. "Lleva cinco años limpiando mi casa y espero que siga otros cinco más", cuenta. "Y además es hackeable, por lo que puedes controlarlo por Wi-Fi o Bluetooth y cambiar el comportamiento conectándolo a un ordenador. ¡Hay quien organiza hasta bailes y batallas de robots-aspiradora!".

Más allá del presente, parece claro que el futuro se presenta en clave digital. "La casa del mañana contará con electrodomésticos altamente eficientes interconectados entre sí, que se podrán manejar desde el smartphone y que ahorrarán tiempo y mucho dinero a los consumidores", vaticina Miguel Ángel Fernández, director de marketing de LG España. Y pone un ejemplo aplicado a la cocina: "Será el propio frigorífico el que, mediante una sencilla aplicación, nos ayude a hacer la compra cuando estemos en la tienda".

"Nuestros estudios hablan de una casa en la que la cocina se convierte en el centro del hogar", explica Fernando Jiménez, director de marketing de Electrolux. "De hecho, la cocina es una estancia en la que cada vez pasamos más tiempo, y no solo cocinando: consultamos Internet, leemos, conversamos... La cocina del futuro será un espacio abierto, un punto de reunión con un diseño cuidado, conectado a través de las nuevas tecnologías y en el que compartiremos información y experimentaremos sensaciones".

Buena parte de ese futuro se puede ver y tocar en cada edición del Design Lab, un evento anual organizado por la firma Electrolux en el que se premian los diseños más innovadores. Por primera vez en sus diez ediciones, en 2012 ha sido finalista un español, Julen Pejenaute. Su creación, un original dispositivo que es a la vez asistente culinario, proyector, base de datos de recetas y una lámpara que sigue los movimientos de las personas cercanas. Pero Pejenaute se tuvo que conformar con ser finalista: el gato al agua se lo llevó el polaco Jan Ankiersztaj gracias a su proyecto Aeroball, unas bolas luminiscentes que flotan en el aire gracias al helio y lo filtran, al tiempo que sirven de ambientador. El futuro está a la vuelta de la esquina... en nuestra propia casa.

El Design Lab de Electrolux, el evento que reúne los diseños más innovadores y sorprendentes, ha premiado en las últimas ediciones infinidad de diseños que pronto poblarán nuestras casas. El año pasado fue la lavadora portátil ideada por el eslovaco Adrian Mankovecký. En 2010, el galardonado fue Peter Alwin, de la India, que presentó el singular Caracol, un dispositivo de cocción y calentamiento portátil basado en procesos de inducción magnética.

Tres preguntas a Julen Pejenaute, primer español finalista en el concurso Design Lab

1. ¿Cómo se le ocurrió el proyecto?

Surge de la intención de combinar la fuerte tradición gastronómica de nuestro país junto con la tecnología más puntera.

2. ¿El diseño español está a la altura del de otros países del mundo?

No tengo duda de ello. Actualmente existen grandes diseñadores a nivel nacional. Aunque creo que la gran mayoría desarrollan sus carreras en otros países, donde el diseño tiene mayor peso en la industria.

3. ¿Cómo serán las casas del mañana?

La domótica avanza a pasos agigantados. En poco tiempo nuestros hogares se verán transformados. Es un cambio lógico hacia la automatización, donde la robótica ya comienza a implementarse.