Un fiscal argentino acusa a Irán del cruento atentado que en 1994 acabó con la vida de 85 personas

  • Tras año y medio de trabajo por fin se sacan las primeras conclusiones.
  • El fiscal afirma que el atentado fue una decisión tomada por el Gobierno de Irán.
  • Ariel Lijo investiga las irregularidades cometidas por magistrado Juan José Galeano.
El fiscal argentino Alberto Nisman, encargado de la unidad especial creada hace dos años para investigar el atentado, responsabilizó este miércoles a Irán del atentado terrorista que causó 85 muertos y al menos 151 heridos al arrasar la
sede de la mutualista judía AMIA de Buenos Aires el 18 de julio de 1994.

"Fue una decisión tomada por las más altas autoridades del Gobierno de Irán", que "le encomendaron" al grupo terrorista islámico Hizbulá "la organización del atentado", afirmó Nisman.

El fiscal agregó que por ese motivo ha solicitado al juez al cargo del caso la captura internacional de ocho iraníes, entre ellos el ex presidente Alí Akbar Hashemi Rafsanjani y los ex ministros de Relaciones Exteriores Alí Akbar Velayati y de Información y Seguridad Alí Fallahijan.

Estas son las primeras conclusiones de un año y medio de trabajo
También las del ex comandante de la Guardia Revolucionaria Mohsen Rezai, el ex jefe del Servicio de Seguridad de Hizbulá Imad Fayez Moughnieh, el ex líder de las Fuerzas QUDS Ahmad Vahidi y de dos antiguos funcionarios de la embajada de Irán en Buenos Aires, Moshen Rabbani y Ahmad Reza Ashgari o Mohsen Randjbaran.

"Estas son las primeras conclusiones de un año y medio de trabajo" que ocupa un
expediente de 800 páginas entregado hoy al juez Rodolfo Canicoba Corral, dijo Nisman.

La decisión de atentar contra la mutualista fue tomada "el 14 de agosto de 1993 en la ciudad iraní de Mashad, en el marco de una reunión del llamado Comité de Asuntos Especiales, integrado por las más altas autoridades políticas y religiosas del régimen", agregó.

El dictamen da por probado que Irán utilizó la misma "matriz terrorista" que en otros ataques perpetrados en Europa y que la embajada de Irán en Buenos Aires se convirtió en una "estación de inteligencia que preparó" el terreno para el atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita (AMIA).

En ese sentido, el fiscal señaló que meses antes del atentado hubo "importantes giros de dinero" a Rabbani y que los "grupos operativos" que concretaron el ataque "ingresaron en Argentina el 1 de julio de 1994 y se retiraron horas antes de la explosión".

Nisman ratificó lo que había avanzado en noviembre pasado, cuando declaró que estaba "prácticamente probada" la participación de Hizbulá en el atentado y reveló que el terrorista suicida que se inmoló en el edificio con un coche bomba era el libanés Ibrahim Hussein Berro.

Señalo que el próximo paso de su investigación es aclarar si "células terroristas del Hizbulá" que actuaron en aquellos años en la llamada "triple frontera" que comparten Argentina, Brasil y Paraguay participaron en el atentado.

Al recordar a las víctimas en julio pasado, la comunidad judía de Argentina había reclamado al Gobierno que rompiera relaciones diplomáticas con Irán, que en varias ocasiones se desvinculó del atentado.

El ataque contra la AMIA fue el segundo ataque cometido contra objetivos judíos en Argentina, donde en 1992 la explosión de un coche bomba frente a la sede de la embajada de Israel en Buenos Aires causó 29 muertos y más de un centenar de heridos.

La Corte Suprema de Justicia deberá revisar el fallo que hace dos años absolvió por falta de pruebas a 22 argentinos, entre ellos varios ex policías, acusados de complicidad en el atentado contra la AMIA, al cabo de casi tres años de juicio oral y público.

Paralelamente a la causa principal, el juez
Ariel Lijo está al cargo de otro expediente en el que se investigan irregularidades cometidas cuando el caso era dirigido por el magistrado
Juan José Galeano, quien fue apartado en 2003 y destituido por "mal desempeño de sus funciones" en agosto de 2005.
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