Las trabajadoras de Alfageme se han trasladado este jueves a Santiago para protestar ante la Xunta, a la que han acusado de "mentir" sobre los motivos para declarar desierto el concurso para adjudicar las naves y la marca Miau y para pedir una reunión al conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, al que acusan de prevaricar y favorecer intereses de otras conserveras.

La representante de la CIG, Rosa Abuín, ha explicado que el motivo para llevar las movilizaciones a Santiago es pedir a Guerra un encuentro, puesto que le han presentado un escrito en este sentido, al que no ha contestado. Además, ha indicado que el próximo 20 de diciembre está prevista la subasta de las naves de Alfageme, "después de que se pagasen 30 millones de euros a la banca". "En la subasta lo máximo que se va a poder recuperar son 900.000 euros", ha subrayado.

Así, ha señalado que las trabajadoras creen que "hay prevaricación por parte del conselleiro" y ha insistido en que presentarán una querella. "Dejar desierto el concurso público que se inventó la Xunta pensamos que es una prevaricación porque se cumplía perfectamente con lo publicado en el DOG", ha protestado y ha pedido a Guerra que "recapacite" para impedir que se pierdan los 150 puestos de trabajo.

Sobre los motivos de la Xunta, Abuín ha apuntado que la gerente de Pescamar —una de las tres empresas que se presentó al concurso para la adjudicación de los bienes y de la marca Miau— es la tesorera del PP de Pontevedra.

"Tengo claro que este concurso se abrió para que ella pudiera acceder y llegar ahora mismo a donde estamos", ha acusado y ha indicado que esta empresa "no garantiza ningún puesto de trabajo", pues "lo que le interesa" es quedarse con la nave de Ribadumia, sin cargas adicionales y por 300.000 euros.

Así, ha lamentado la actitud de la Xunta, "que no estuvo a la altura" y ha pedido al conselleiro de Economía e Industria que "reaccione" y se ponga en contacto con los trabajadores.

Presiones a la xunta

En el mismo sentido, Miguel Cuña, de CGT, ha acusado a Guerra de "mentir" sobre los motivos para declarar desierto el concurso —la Xunta alegó que ninguna oferta garantizaba todos los empleos—, puesto que la propuesta de una de las empresas —en alusión a El Consorcio— "los cumplía todos". Por ello, ha instado a comparar las condiciones, colgadas en la página web del Igape, con la propuesta de esta compañía, que fue hecha pública y remitida a los medios.

Las condiciones para el plan industrial debían negociarse con la empresa adjudicataria "no antes, sino después de adjudicar", ha proseguido Cuña, que ha sostenido que "lo que hizo el conselleiro fue exigir que se cumplieran antes de la adjudicación y eso no estaba en las bases". "Mintió —Guerra— ante la sociedad de Vilagarcia, a los medios de comunicación y se presentó ante las cámaras mintiendo", ha asegurado.

Ahora, ha lamentado, se enfrentan a una subasta de las naves y los solares. Sobre las razones para la decisión de dejar desierto el concurso, Cuña ha advertido que se trata de "especulaciones", pero la suya es que intereses conserveros que querían "arruinar la marca Miau" y el proceso de recuperación de estas fábricas acudieron Al Gobierno gallego. "A lo mejor, esos intereses presionaron a la Xunta e hicieron que el conselleiro cometiera este desastre, que nosotros definimos como un fraude", ha sugerido.

Sus peticiones, que quieren trasladar en una reunión con Guerra, pasan por que "sea quien sea" la empresa que adquiera los bienes de Alfageme lo haga "con el compromiso firmado y por escrito de que solo pueden ser utilizados en un plan industrial de la conserva y con el mantenimiento de los puestos de trabajo".