El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, anunció este miércoles que su departamento y la Junta de Centro del Hospital de La Princesa han logrado un acuerdo sobre el modelo de futuro para el centro, que no cerrará servicios y desarrollará programas concretos de alta especialización para la atención de personas mayores.

Lasquetty, que compareció acompañado de representantes del centro,  explicó que La Princesa se convertirá en la referencia regional en atención de patologías de mayores, al tiempo que reforzará su carácter de "alto nivel, universitario e investigador". Para ello se desarrollarán 29 programas concretos.

A cambio, La Princesa no cerrará las Urgencias ni renunciará a su población de referencia o su actividad docente (es hospital universitario). Tampoco, a los servicios de especialidades actuales, como pretendía el Ejecutivo de Ignacio González. "El Hospital de la Princesa ni se cierra, ni se desmantela sino que mejora", agregó Lasquetty.

Sin embargo, los trabajadores no se fian del anuncio del consejero. Y tienen una razón de peso: Sanidad quiere recortar el presupuesto para La Princesa en 20,6 millones de euros. Este ajuste es incluso superior al previsto en el proyecto de presupuestos para 2013 (pendiente de aprobación en la Asamblea), donde se contempla una reducción de 15,4 millones. Casi la totalidad de ese recorte se aplicaría al capítulo de personal.

De hecho, las movilizaciones a favor de la sanidad pública seguirán adelante. "Es verdad que hoy hemos dado un pequeño paso, pero aún nos queda mucho camino por recorrer y La Princesa seguirá su lucha por la Sanidad", expresaron los trabajadores en su cuenta en la red social Twitter.

Así las cosas, la Consejería de Sanidad da marcha atrás en sus planes de cerrar servicios y convertir integramente La Princesa en un hospital dedicado a la Geriatría. El frenazo a sus planes ha sido consecuencia de la movilización de los trabajadores y pacientes del hospital, que se encerraron en sus dependencias y prendieron la mecha de las protestas contra las privatizaciones sanitarias anunciadas por el presidente regional para 2013.

Estas protestas se han concretado en encierros en todos los grandes hospitales de la región, una manifestación multitudinaria por las calles de Madrid y una huelga que tendrá lugar durante cuatro días a finales de noviembre y principios de diciembre.