La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha presentado este lunes a su país como un destino atractivo para las inversiones españolas y que "no busca enemigos ni resentimientos". Rouseff dijo que en el pasado Brasil fue víctima de la "superioridad pretenciosa" de algunos -que no citó- cuando era un "eterno deudor", pero ahora es un país con total seguridad jurídica y que incluso presta al FMI.

En una conferencia ante líderes políticos y empresariales celebrada en el Teatro Real dentro de su primera visita oficial a Madrid, Rousseff ha subrayado la necesidad de aumentar los intercambios comerciales entre ambos países, que hoy suman 8.000 millones de dólares, una cifra "importante" -dijo- pero "lejos del potencial existente".

La presidenta ha resaltado que tanto el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, como el rey Juan Carlos le han expresado su disposición a "profundizar en el diálogo y construir una alianza efectiva" entre España y Brasil. Como ejemplo de las bonanzas de la economía brasileña, recordó que en la última década ha creado 17 millones de empleos, que 40 millones de personas han pasado de la pobreza a la clase media y que el sector financiero es "robusto".

Con la celebración en el horizonte del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, Rousseff puso especial énfasis en la necesidad de solucionar "los cuellos de botella" en materia de infraestructuras y recordó que están en marcha importantes licitaciones de transporte y energía. Bernardo Figuereido, presidente de la Empresa de Planeamiento y Logística, destacó que su gobierno ha puesto en marcha un plan de concesiones al sector privado para infraestructuras por 133.000 millones de reales (65.500 millones de dólares) que contempla la construcción y ampliación de cerca de 7.500 kilómetros de carreteras y de 10.000 kilómetros de vías férreas.

Mauricio Tolmasquim, presidente de la estatal Empresa de Estudios Energéticos resaltó el "potencial enorme" en este sector, especialmente en el ámbito hidroeléctrico, que hoy supone el 78,7 % de la potencia instalada. También subrayó la apuesta de Brasil por las eólicas, que generarán este año el 1,1 % de la energía producida y está previsto que la cuota aumente al 5,6 % en cuatro años, sin renunciar al petróleo, ya que aspiran a producir 5,4 millones de barriles diarios en diez años y exportar casi la mitad.

José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, consideró que el modelo energético brasileño es "predecible y estable", y valoró que esté basado en "explotar primero las fuentes más competitivas", en este caso las hidroeléctricas. Sánchez Galán recordó que Brasil seguirá siendo en los próximos años el segundo destino de sus inversiones extranjeras, después de Reino Unido, y en concreto prevén inversiones de unos 10.000 millones de reales.

Santiago Fernández Valbuena, presidente de Telefónica Latinoamérica, aseguró que el traslado de su sede operativa a Sao Paolo es una demostración de la apuesta de su empresa por este país. Para Telefónica "América se ha convertido en la región que más rápido crece y Brasil es el líder de la región", dijo, al tiempo que detalló que su principal reto de futuro en este país es la banda ancha. Las previsiones del FMI y de analistas brasileños coinciden en apuntar una previsión de crecimiento de la economía brasileña de en torno al 1,5 % para 2012 y el 4 % en 2013