El conflicto entre Israel y Palestina está sufriendo un nuevo recrudecimiento. Los enfrentamientos ya están teniendo serias consecuencias en la población. De hecho, Israel ha admitido que un tercio de los 95 muertos que ya se ha cobrado su ofensiva sobre Gaza no estaban implicados en el conflicto. Las informaciones no paran de sucederse, y tampoco los documentos gráficos. Son estos los que plantean dudas a los medios de comunicación: fotografías duras, truculentas, con sangre y muchos muertos, instantáneas que muestran cadáveres de niños. ¿Procede publicar tales imágenes o hacerlo no es más que una forma de caer en el sensacionalismo?

La mañana del lunes, la activista italiana y reportera gráfica Rosa Schiano denunciaba a través de Twitter que Facebook había eliminado una fotografía de cuatro niños muertos en Gaza y bloqueado su cuenta en dicha red social. Muchos de sus seguidores no han tardado en señalarlo como un acto de censura. Lo cierto es que no es la primera vez que Facebook actúa de este modo, ya que sus normas de uso —pese a irse perfilando con cada nuevo imprevisto— dejan abierta la posibilidad de eliminar contenidos relacionados con los desnudos, la pornografía, la violencia y el sadismo.

En cuanto al bloqueo, no es extraño que la red social paralice temporalmente una cuenta. No se elimina, simplemente se cierra momentáneamente mientras un equipo analiza el perfil, ya sea por su relevancia o por el elevado número de quejas que ha recibido, y comprueba si ha publicado más imágenes del mismo tipo.

Esta política puede resultar comprensible ya que se trata de una red social y no de un medio informativo, ¿pero puede decirse lo mismo de una página web de información, un periódico, una radio o una televisión? ¿Están cubriendo los medios de comunicación españoles este conflicto con responsabilidad? Manuel Núñez Encabo, presidente de la Comisión de Quejas y Deontología de la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España), asegura que, de momento, ha visto "fotos bastante adecuadas en los medios".

"En el código de autorregulación de los medios hay un punto en relación con las situaciones de tragedia —terrorismo, guerras, etcétera— en el que se indica que hay que tener un especial cuidado con las imágenes en las que aparecen niños. Los niños, ya sea muertos o vivos, tienen derecho al honor y a su propia imagen. Tienen derecho como personas que son y es deber de los medios salvaguardar su dignidad", ha explicado Núñez Encabo en declaraciones a 20minutos.es.

Según el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, "solo hay que dar ese tipo de fotografías cuando es imprescindible para crear opinión pública en la sociedad. En primer lugar está el interés general —que es obvio que en este caso se da— y después la intención de crear opinión pública en contra de que se realicen estos actos. Si la reproducción de esas imágenes crea opinión pública y concienciación social, entonces el medio está cumpliendo con la ética profesional". Núñez Encabo matiza que "nunca debe publicarse una fotografía focalizando únicamente la imagen sino que siempre hay que contextualizarlo".

"Tampoco se deben dar las caras de niños como el primer foco. Se pueden dar, no siempre es necesario censurarlas, pero nunca deben convertirse en el centro del documento informativo ya que no añaden nada, no crean opinión pública, solo generan morbo y sensacionalismo. Es labor de los profesionales de la información calibrar lo que se debe o no se debe publicar, buscar la proporción y contextualizarlo, ya que no hay normas tajantes en la autorregulación", explica Encabo.

Para el experto en deontología periodística, "los medios impresos muestran un nivel adecuado de ética profesional. Otra cosa son las televisiones. En algunas cadenas se vulneran constantemente los códigos deontológicos". Por fortuna, "cada vez más medios se están adhiriendo a la Comisión de Quejas y Deontología de la FAPE, como por ejemplo 20 minutos. Esto es una buena señal de que se busca la libertad de prensa pero garantizando siempre el respeto y los derechos fundamentales", sentencia el catedrático.