Rafael Correa: "Nosotros nos anticipamos al 15-M con el movimiento de los forajidos"

  • El presidente de Ecuador ha hablado con '20minutos.es' sobre el drama de los desahucios en España, la situación de Julian Assange y la crisis económica.
  • "Nos quieren engañar diciendo que hay que pagar las deudas, pero el problema es de aplicación de políticas económicas", manifiesta Correa.
  • Sobre los movimientos sociales como el 15-M opina que son "una reacción natural".
  • Sobre Julian Assange, cree que su salida del Reino Unido podría enquistarse años y que la solución está en manos de Gran Bretaña, Suecia y la justicia europea.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante la entrevista mantenida en Madrid con el diario '20minutos'.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante la entrevista mantenida en Madrid con el diario '20minutos'.
JORGE PARÍS
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante la entrevista mantenida en Madrid con el diario '20minutos'.

Desahucios, recortes, protestas sociales... es lo que vive España en la actualidad, pero también lo que han vivido muchos países latinoamericanos desde hace más de una década. Años después, muchos de ellos están viendo la luz al final del túnel, y en plena crisis global. Entre ellos se encuentra el caso de Ecuador. Su presidente, Rafael Correa —Guayaquil, 1963—, ha estado precisamente en Cádiz con motivo de la Cumbre Iberoamericana, en la que mandatarios de América Latina, Andorra, España y Portugal han tratado de dar pasos para buscar una salida a esa crisis. Tras su paso por la cumbre ha hablado con 20minutos.es en Madrid, donde ha manifestado su preocupación por el drama de los desahucios, que afecta a más de 10.000 familias ecuatorianas en España, y también ha lanzado un mensaje: que España "revise y aprenda de la experiencia latinoamericana".

Usted quería que la Cumbre Iberoamericana resultara útil. ¿Ha sido así?

Ha sido muy emblemática. Lo mejor de estas cumbres y lo más práctico han sido los encuentros bilaterales con el rey Juan Carlos y el presidente Rajoy. En todo caso, sí creemos que estas reuniones deben espaciarse en el tiempo, cada dos o tres años. Pero son emblemáticas, sí que sirven. Yo he quedado muy contento.

¿Cómo ha visto al rey Juan Carlos?

Cansado, muy cansado.

En su encuentro con Rajoy han hablado del drama de los desahucios. ¿Ha conseguido sacarle algún compromiso?

Compromiso concreto no, hablamos de la suspensión de los desahucios de dos años. Él está muy preocupado por esta situación y también en el tema de acceso a los servicios sanitarios. Ya está en manos del Gobierno español un convenio de reciprocidad sobre este asunto, porque nosotros también tenemos españoles, para que haya igual tratamiento. Y eso propuse en la cumbre. Si queremos una relación renovada entre los países, que se garantice el acceso a los servicios públicos fundamentales como el acceso a la salud. Para todos los latinoamericanos.

¿Cómo ve la situación de miles de ecuatorianos afectados por las ejecuciones hipotecarias en España?

Estamos sumamente preocupados por la crisis que está viviendo España. En Ecuador no hemos logrado resolver todos los problemas, pero cuando centenas de miles de hermanos dejaron el país fue por una crisis muy similar a la que está viviendo España. Era una crisis mal manejada, donde para proteger a los banqueros se congelaron los depósitos y la gente no podía sacar su plata de los bancos. Hasta hubo suicidios porque la gente no tenía plata ni para ir al médico. Por eso hubo tantos ecuatorianos que se vinieron a España. No salieron voluntariamente, fueron expulsados de su país por los abusos del capital. El país ha cambiado y no hemos resuelto todos los problemas, pero bienvenidos sean, juntos podremos enfrentar y superar cualquier obstáculo. Pero, con todo, estamos muy preocupados con esos desahucios.

¿Cómo ve las medidas del Gobierno español en materia de desahucios? ¿Son la solución o solo un parche?

Es un paliativo, está claro. No es la solución de fondo, pero las medidas que ha hecho el presidente Rajoy ya tranquilizan mucho a las miles de familias ecuatorianas. Hay muchos problemas de fondo: si una familia no puede pagar una deuda, esa familia tiene un problema. Pero cuando centenas de miles de familias no pueden pagar una deuda, no solo tienen un problema esas familias, los bancos también lo tienen. Y si quieren solucionarlo ejecutando hipotecas se van a pasar toda la vida haciéndolo. La avaricia del capital financiero, el ser inflexible, es lo que lleva al peor de los mundos. Hay que buscar otra solución.

¿Qué opina de movimientos como el 15-M o plataformas sociales originadas a raíz de él?

Son una reacción natural. Nos quieren engañar diciendo que una economía es pagar las deudas a cualquier costo, para que el euro esté fuerte... No. Una economía debe satisfacer las necesidades de la gente, por ejemplo el acceso a una vivienda digna. Esto es un problema de elección, de correcta aplicación de políticas económicas.

¿Cómo vería que allí surgiesen movimientos parecidos?

¿Por qué cree que estamos en el Gobierno? Porque salió, con muchos años de anticipación, el equivalente a los indignados, los forajidos, que salimos a las calles contra un gobierno traidor y corrupto. Nosotros entendemos que la democracia no es solo votar, democracia es cumplir con lo prometido. Ese gobierno —el de Lucio Gutiérrez, presidente desde 2003 a 2005— hizo cosas que nunca propuso en campaña. El que rompía la democracia era él, y la gente salió a protestar.

¿Ve similitudes entre aquello y lo que ocurre ahora en España?

Por supuesto, nosotros nos anticipamos al movimiento de los indignados con cinco o seis años de antelación. Hubo gente de clase media que dijo 'ya basta' y salió a las calles a protestar. De ahí surgió nuestro gobierno y la revolución ciudadana, porque fue una respuesta espontánea de los ciudadanos. Llegamos al gobierno sin una estructura política organizada, aunque ahora sí que ya la tenemos, pero en un primer momento llegamos sin ser de ningún partido político.

Sobre Julian Assange, que permanece en la embajada ecuatoriana en Londres, ¿cómo van las negociaciones?

Ecuador ha hecho lo que tenía que hacer. ¿Cómo se puede resolver este problema? Hay varias formas: si Suecia envía a un fiscal a interrogar a la embajada, eso es perfectamente legal y ya lo han hecho antes. No entendemos por qué no lo interrogan vía Internet, es perfectamente factible y legal y se acabaría este problema. Sin embargo, esto no se da y no sabemos por qué. Otra opción es que Gran Bretaña otorgue el correspondiente salvoconducto. Mañana lo puede hacer, pero esto tampoco se da.

Una tercera alternativa más remota sería que el abogado de Assange, Baltasar Garzón, tenga éxito ante su recurso presentado ante la justicia europea. Esto puede acabar mañana, después de muchos meses o probablemente años. Pero ahora depende de Gran Bretaña, Suecia y la justicia europea.

¿Han presionado al Gobierno británico para que garantice una salida segura de Assange?

Las conversaciones son permanentes, pero no ha habido avances. Insisto, todo está ya en la cancha de Gran Bretaña, Suecia y la justicia europea.

Volviendo al tema de la crisis, ¿qué receta daría a los mandatarios de países europeos del sur de Europa como España, que más apretados están por las órdenes de Bruselas?

No voy a dar consejo a quien no me lo ha pedido, pero si la experiencia ecuatoriana puede servir a España, que cuenten con nosotros.

América Latina tiene un doctorado en crisis y en los problemas de ajuste, en la intervención grosera de esta burocracia internacional. Los pueblos europeos pueden estar seguros de que esa burocracia internacional no busca que griegos, españoles e italianos superen la crisis, sino que lo que busca es garantizar el pago de la deuda de los estados, mire lo que está pasando en Grecia.

Eso América Latina se lo sabe de memoria, todo eso ya lo hemos vivido, estamos curados de espanto. No quiero inmiscuirme en asuntos internos, pero revisen y aprendan de la experiencia latinoamericana y no cometan los mismos errores que cometimos nosotros.

¿Qué le diría a los miles de españoles que ahora mismo están preparando la maleta para marcharse al extranjero, puede que muchos a países de América Latina como Ecuador?

Todos son bienvenidos, es una alegría poder servirlos en estas duras circunstancias cuando ustedes nos sirvieron tanto en 1999 y años posteriores.

¿Demanda Ecuador algún perfil en concreto?

Lo que más necesitamos es talento humano altamente calificado. Por ejemplo, para la reforma universitaria necesitamos doctores con altos grados académicos. En la parte de salud necesitamos especialistas, hay un déficit crónico de especialistas en Ecuador.

Hace poco que ha arrancado de manera oficial la carrera por la presidencia de Ecuador, donde usted opta a un tercer mandato. ¿Queda aún mucho por hacer?

Por supuesto, y si ganamos las elecciones, después de cuatro años quedarán cosas por hacer. Pero ni en seis ni en 10 años lo vamos a lograr. Esta es una decisión del movimiento. Si soy el que mayores probabilidades de victoria da, mayores posibilidades tendremos convertir la revolución ciudadana en éxito electoral, y no porque nos aferremos al poder. No nos engañemos: ni en Colombia, Ecuador, Perú o España las injusticias se acaban con bingos o beneficencias. Sobre todo en América Latina. Por eso nos presentamos a una nueva reelección.

¿Tiene en mente a alguien para el relevo?

No, pero hemos sido muy cuidadosos en preparar a los jóvenes de cara al futuro.

En el caso de que ganara de nuevo las elecciones presidenciales, ¿qué retos tiene ante sí?

Muchos. Hemos avanzado, no hay área en la que hayamos retrocedido. Entre las urgencias, para el próximo periodo sí que haríamos una verdadera revolución agraria, eso es lo que tenemos en mente.

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