Berdych iguala la final de la Copa Davis tras un durísimo partido ante un gran Nico Almagro

El guión previsto en la final de la Copa Davis no se rompió en el segundo partido, pero faltó poco, muy poco. Tomas Berdych puso el 1-1 en la final tras un partido durísimo ante Nico Almagro que se decidió en cinco sets (6-3, 3-6, 6-3, 6-7 y 6-3).

Ambos jugadores disputaron un primer set muy igualado, con cómodos servicios cada uno y en el que el primero que flojeara con su saque lo iba a pagar. Y el que falló fue Nico, cediendo en el octavo juego cuando el resto de la manga había sido muy sólido con su servicio. En apenas media hora de partido, Berdych se ponía con un set arriba pese a lo igualado del choque (6-3).

La agresividad del murciano aumentó en la segunda manga, con mucho seguridad sacando y presionando al jugador local al resto. El resultado, la rotura en el sexto juego y de manera merecida. Los reveses de Almagro ganaron puntos clave ante el asombro del O2 Arena, que veía como el español igualaba el choque (3-6).

Pero la desconcentración, uno de los grandes males del tenista murciano, afectó a Almagro al inicio del tercer set. Una bola polémica, protestas de Berdych y del público checo y al final, casi sin darse cuenta, el español iba perdiendo 3-0.

Almagro lo intentó todo para romper el saque de su rival, pero la solidez del tenista local con su servicio, inabordable durante toda la manga, ponían por delante a Berdych, que se llevaba el set por 6-3.

Reacción cuando todo parecía perdido

Quedaba mucho partido aún, pero Nico atravesaba su peor fase de tenis. Un error no forzado tras otro hacía que el checo rompiera de nuevo y lograra además tres juegos en blanco de los cuatro primeros de la cuarta manga.

Tocaba levantar la cabeza y buscar el milagro, y así lo hizo el español. Cuando el choque parecía decidido, el murciano sacó lo mejor de sí mismo, rompió el servicio de Berdych en el sexto juego y volvió a ofrecer su mejor versión. El tie break dictaría sentencia y Almagro, en su mejor momento, aprovechó un gran comienzo (se puso 5-0) para forzar la quinta manga. Todo podía pasar.

El último set fue fiel reflejo del partido, con muchísima igualdad pero Berdych siempre mandando en el marcador. El checo rompió en el sexto juego y se puso 4-2, Almagro reaccionó con un break pero el tenista local volvió a romper y ya no perdonó más al murciano (6-3), que rozó la proeza.

Almagro vendió cara su derrota y obligó a Berdych a emplear cuatro horas en poner el 1-1 en la final, algo que puede acusar y mucho este sábado en el partido de dobles. Pero de momento, la lucha por la Ensaladera se queda igualada.

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