El político chino: hermético, distante y que no busca el respaldo del pueblo

  • El peculiar estilo de liderazgo de los dirigentes chinos dista de lo que estamos acostumbrados en occidente.
  • En el gigante asiático rige un sistema unipartidista que otorga todo el poder al Partido Comunista.
  • Sus miembros no buscan el respaldo popular para gobernar y se permiten el lujo de desaparecer largos periodos de tiempo de la escena pública sin que se sepa nada de ellos.
  • "No persiguen el voto, no lo necesitan", explican los expertos.
  • El PCCh busca líderes de perfil bajo y "no permite que destaquen", destacan los expertos.
Vista general de los asistentes al XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
Vista general de los asistentes al XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
EFE
Vista general de los asistentes al XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).

La clausura esta semana del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) ha confirmado, entre otros asuntos, el peculiar estilo de liderazgo de los mandatarios chinos, que a diferencia de sus colegas de occidente prefieren mantener el hermetismo y las distancias con el pueblo.

A los líderes chinos no les gusta la cercanía popular, aunque a veces hagan acto de presencia en ocasiones especiales (una feria, una catástrofe, etc.) bajo guión y frente a las cámaras", subraya el profesor de Política de la Universidad de Hong Kong, Peter Ty Cheung.

En su opinión, la razón principal estriba en el hecho de que, a diferencia de sus colegas occidentales, a los dirigentes del gigante asiático, donde rige un sistema unipartidista que otorga todo el poder al Partido Comunista, no les hace falta el respaldo popular ya que no están obligados a someterse al escrutinio de las urnas.

Los líderes chinos continúan "sin querer que exista una relación entre la población y los líderes", de cuyas vidas apenas se conocen detalles. "No necesitan convencer a los votantes porque simplemente no los tienen", precisa Cheung.

En este marco, son incluso posibles acciones como la del vicepresidente y nuevo líder chino, Xi Jinping, quien el pasado septiembre, a dos meses vista del Congreso, llegó a desaparecer de la vida pública durante diez días sin que se diera nunca una explicación oficial a su ausencia.

Es el propio régimen comunista el que apuesta por el "perfil bajo" de los dirigentes y "no permite que destaquen", argumenta el profesor Cheung, quien recurre como ejemplo a Bo Xilai, el ex jefe provincial caído en desgracia en agosto y que ahora está a la espera de ser juzgado por corrupción y otros delitos.

"Bo (conocido por ser más cercano con los medios que otros dirigentes chinos) no era la norma entre los líderes. Si alguien hace campaña política real, puede que sus colegas no le vean de forma positiva", explica.

Diferencias con mandatarios estadounidenses

Otros analistas atribuyen las diferencias en el estilo a una cuestión cultural o educativa.

"El (discurso) del (presidente norteamericano, Barack) Obama y los de Hu o Wen Jiabao (primer ministro chino) son muy distintos. Los políticos estadounidenses empiezan su formación desde muy pequeños, así que son más expresivos", declara Zhu Liqun, subdirectora de la Universidad de Asuntos Exteriores de Pekín.

"Los líderes chinos, por su parte, son más sobrios", puntualiza Liqun.

Las distancias se aprecian también en signos externos como el cierre al tránsito de los alrededores del Gran Palacio del Pueblo, y en particular en la emblemática plaza de Tiananmen, donde se ha celebrado el Congreso.

Y la ausencia de manifestaciones populares de apoyo, como la que, por ejemplo, concitó a miles de personas en la plaza neoyorquina Times Square para celebrar la reelección del presidente estadounidense, Barack Obama.

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