Los jugadores del Madrid, uno a uno

  • Raúl marcó un gol y ejerció de líder de un grupo que se mostró unido.
  • Cannavaro y Helguera se confirman como la pareja de centrales.
  • Emerson se adapta mejor al equipo.
Raúl celebra su gol
Raúl celebra su gol
Agencias
Raúl celebra su gol
Iker Casillas: tuvo poco trabajo, el que le dio siempre Leo Messi. Estuvo seguro por alto y el Real Madrid no necesitó sus paradas salvadoras. Brillando únicamente en un lanzamiento de falta de Ronaldinho al borde del final.

Sergio Ramos: Demostró potencia y calidad en el lateral derecho. Comenzó frenando a Ronaldinho y sirviendo con un preciso centro el gol a Raúl. El resto del duelo defendió con fuerza.

Iván Helguera: prolongó la buena imagen mostrada desde su entrada en el equipo hace dos partidos. Serio en el centro de la defensa, jugó con criterio el balón en los inicios de jugadas.

Cannavaro: se encuentra más cómodo con Helguera como pareja pero aún no muestra la mejor de sus caras. Contundente, rápido al corte y excesivamente duro por momentos.

Roberto Carlos: más presente que en los últimos partidos en ataque pero superado en defensa por el argentino Leo Messi. Frenó bien a Giuly desde los cambios posicionales de Rijkaard.

Diarra: se cumplieron los temores de Capello y nada más acabar con el ramadán no mostró la imagen de fuerza que le caracteriza. Estuvo impreciso con el balón y se limitó a intentar destruir el fútbol del Barcelona.

Emerson: tuvo un inicio fuerte, firme al corte y con velocidad en la salida de balón, y bajó desde el minuto 20 cuando fue amonestado y jugó condicionado el resto del partido. Tuvo que ser expulsado al borde del descanso.

Robinho: espectáculo puro. Sacó su magia a relucir para firmar su mejor partido con la camiseta blanca. Pudo siempre con Zambrotta. Fue generoso en ayudas defensivas con Roberto Carlos, aprendidas las lecciones de Capello, y mortal en los últimos metros donde explotó su velocidad y habilidad.

Guti: Llegó renqueante al clásico, con su tobillo izquierdo tocado, y se notó. Le faltó ritmo y claridad de ideas al inicio pero no se escondió. Asumió el peso de la construcción para tapar las limitaciones de Emerson y Diarra y fue clave en la sentencia en la segunda parte inventando una contra mortal.

Raúl: acudió a su cita con el gol. Siempre saca lo mejor de si mismo ante el eterno rival, al que endosó su décimo gol en un clásico. Movilidad, garra, visión de pase y acierto rematador. Nunca falla en los grandes partidos.

Van Nistelrooy: no disfrutó del partido hasta que sacó a relucir su contundencia en el remate. El tempranero gol madridista hizo jugar al Real Madrid al contraataque y sin ocasiones para rematar en la primera mitad, tuvo que aplicarse en labores donde su efectividad disminuye. En la segunda aprovechó la que tuvo y el larguero impidió que marcase el gol de la noche en un balón picado desde la frontal.

Reyes: regresó tras superar una lesión muscular disputando los últimos doce minutos para matar el partido en la banda izquierda.

Beckham: disputó sólo siete minutos con el partido roto y fue amonestado. Le faltan minutos para recuperar la confianza en su fútbol.

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