La segunda huelga general contra el Gobierno de Rajoy –novena de la democracia– volvió a ofrecer una desconcertante sopa de números en función de quién los contase. Para los líderes sindicales, fue "un éxito que debería obligar al Gobierno a rectificar en su política de recortes". Para el Ejecutivo, cuyo único altavoz volvió a ser la directora general de Política Interior, Cristina Díaz, todo transcurrió "con normalidad".

Según los sindicatos CC OO y UGT, 9.185.383 trabajadores españoles secundaron la huelga, un 77% de los llamados a parar. El porcentaje es prácticamente igual al de seguimiento durante el pasado paro del  29 de marzo, aunque entonces fueron 10.465.139 los asalariados que apoyaron la huelga. ¿Por qué similares porcentajes pese a que participó menos gente que entonces? "Es el mismo porcentaje porque ahora hay menos trabajadores que en marzo y más que deben hacer servicios mínimos",  explicaron fuentes sindicales.

Por sectores, los sindicatos contabilizaron un 96% de seguimiento en Agricultura, Ganadería y Pesca, 94,8% en Industria, Energía y Construcción. En cuanto a la Administración, el seguimiento fue del 66%, con especial incidencia en la Administración local (75%) y menor en la central (52%), pese a que ha sido el destino de muchos recortes del Gobierno.

Por Comunidades, Cataluña, Asturias y Galicia encabezaron el ránking autonómico de seguimiento, con un 85%. Y después, Andalucía (80%), Cantabria (79%), Madrid (78%), C. Valenciana (78%) y Aragón. Baleares e Islas Canarias tuvieron un 68% mientras Euskadi, con un 51%, fue la autonomía que menos secundó el paro general.

Para los sindicatos, la huelga fue "un mensaje" claro al Gobierno. Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO), que coincidieron en sus intervenciones, calificaron la jornada como "un gran día para la democracia", reclamaron al Gobierno "que escuche la voz del pueblo" y dejaron la puerta abierta a futuras movilizaciones. "Está en manos del Gobierno que no haya más huelgas generales".

Sin embargo, para el Gobierno la jornada transcurrió con "normalidad". Ni el presidente del Gobierno, ni la vicepresidenta, ni algún ministro (solo De Guindos, titular de Economía, habló para señalar que "un paro general no beneficia nuestra imagen"). La voz oficial del Gobierno durante la jornada de huelga general fue la directora general de Política Interior, Cristina Díaz, que compareció tres veces sin dar la posibilidad de preguntar. Apenas dio datos concretos. "Los servicios mínimos se han cumplido con normalidad, salvo alguna excepción y el seguimiento ha sido desigual", repitió.

Durante la jornada unas 148 protestas recorrieron toda España. Los sindicatos hablaron de un millón de asistentes a las dos protestas mayoritarias, en Madrid (cifra que Delegación de Gobierno rebajó a solo 35.000) y Barcelona (110.000 según Guardia Urbana). Según Interior, el total de manifestantes en toda España ascendió a 800.000 personas. En Madrid, la marcha empalmó con la iniciativa de acampar toda la noche junto al Congreso para dar los buenos días a los diputados. Las protestas también fueron masivas en ciudades como Tenerife, Córdoba, Granada Sevilla, Málaga, Sevilla, Valencia, Vigo, Soria, Santander, Cádiz, Ciudad Real, Santiago, Huelva, Murcia,Palma, Bilbao, Ourense y A Coruña.

Además, durante la jornada se produjeron 155 detenciones, según ha confirmado el Ministerio de Interior. En Madrid se produjeron 60 detenciones, 21 de ellas durante los disturbios registrados por la noche en torno a la plaza de Neptuno, en la protesta convocada por la Coordinadora 25-S, según fuentes policiales. Los heridos, según datos del Gobierno, fueron 77. De estos, 43 fueron miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Además, en Europa también se sucedieron las protestas. En Lisboa hubo marchas y cargas policiales, y el principal sindicato luso, la CGTP, consideró la huelga general (la tercera del año) "una de las mayores" organizadas en Portugal. También se produjeron paros parciales y manifestaciones en París, Atenas, Roma, Bruselas o Berlín. Los incidentes se multiplicaron en las capitales portuguesa e italiana.

La masiva manifestación que recorrió el centro de Madrid dio paso, por la noche, a incidentes. La Policía cargó contra una protesta de la Coordinadora 25-S en la plaza de Neptuno en la que participaban unas 300 personas antes de que grupos de jóvenes incontrolados quemaran contenedores, coches y material urbano en un recorrido entre el paseo del Prado y Santa María de la Cabeza; en la calle Atocha, también rompieron la luna de varios restaurantes. Hogueras, humaredas y coches cruzados de Policía y ambulancias obligaron a intervenir a los bomberos. Ya por la mañana, varias marchas de manifestantes cortaron la Gran Vía. Entre ellos, sindicalistas, desempleados, miembros del 15-M y la Plataforma contra los desahucios, defensores de la escuela y la sanidad pública y  'yayoflautas'.

La calle Alcalá, Preciados, la Puerta del Sol y Plaza de España llegaron a ser acordonadas parcialmente  por los agentes para evitar la presión a los comerciantes que decidieron abrir sus negocios. Otros muchos optaron por bajar las persianas al paso de los piquetes. El transporte público fue el más afectado por la incidencia de la huelga general en la región –especialmente en la capital– donde en medio de un fuerte despliegue policial se cumplieron escrupulosamente los servicios mínimos decretados en Cercanías, Metro y EMT. En las cocheras de la empresa municipal los piquetes se emplearon a fondo para evitar que al filo de la medianoche arrancara el primer turno de trabajo. Algo similar se vivió en Mercamadrid. Telemadrid y Ondamadrid no emitieron durante toda la jornada. Según los sindicatos, un 76% de los madrileños convocados secundaron la huelga, un total de 1.667.000.

También en Barcelona se produjeron varios incidentes, como el protagonizado por un grupo de alborotadores que causó destrozos en el Palau de la Música, contra cuya fachada han lanzado jardineras, rompiendo los cristales de las puertas y de los laterales del emblemático edificio modernista.

Un agente de los Mossos d'Esquadra resultó herido y trece personas fueron detenidas durante los incidentes violentos que se han registrado en el centro de Barcelona al término de las manifestaciones. Fuentes de los Mossos d'Esquadra han indicado que han sido detenidas un total de 30 personas y otras 21 inculpadas en la jornada de huelga general en Cataluña.

Los enfrentamientos han tenido lugar después de la manifestación de CGT y CNT, en la que, según la Guardia Urbana, participaron unas 8.000 personas, paralelamente a la concentración unitaria con motivo de la jornada de huelga general que reunió a unos decenas de miles de personas en el Paseo de Gracia de la capital catalana y se desarrolló sin incidentes.

Los incidentes más destacables han ocurrido en la céntrica Via Laietana, cerca de la plaza de la Catedral, después de que los manifestantes lanzaran botellas de vidrio y pintaran unos cajeros automáticos, a lo que los policías respondieron con disparos de pelotas de goma.