Patrimonio cultural de málaga

La Feria de San Pedro Alcántara brinda una oportunidad gratuita de ver a Tabletom. Poesía, músicos de estudio y la irrefrenable personalidad de Roberto forman una banda con leyenda.
Pedro Ramírez (izda.), su hermano José y Roberto (centro) son las caras más conocidas de Tabletom (P. Blanes).
Pedro Ramírez (izda.), su hermano José y Roberto (centro) son las caras más conocidas de Tabletom (P. Blanes).
Pedro Ramírez (izda.), su hermano José y Roberto (centro) son las caras más conocidas de Tabletom (P. Blanes).
En la Feria de San Pedro sí se podrá fumar. Una de las preocupaciones que el líder de Tabletom, Roberto González, tenía antes de comenzar el concierto en el Cervantes (4 de octubre) era que en el teatro malagueño no se podía fumar: ni él, ni su público. Y el propio Pedro Ramírez se lamentó de este hecho en una reciente entrevista a este periódico.En cambio, hoy el grupo actúa en un ambiente que tras 30 años de carrera se ha incrustado en su epidermis: la caseta municipal en las fiestas de un municipio. Tabletom saldrá otra vez a tocar delante de un público que nunca falla, que le persigue por cada rincón de la provincia de Málaga.

En San Pedro Alcántara volverán a sonar temas míticos como Me estoy quitan-do, Málaga, Guadalmedina y tantas otras que se han convertido en joyas del patrimonio cultural malagueño.

La flauta de José Ramírez, la guitarra de su hermano Pedro, la creatividad incandescente de Roberto y, por supuesto, la lírica de Juan Miguel González han generado  cinco discos de estudio –sin contar rarezas– desde Mezcalina (1979). En la actualidad, la banda está en plena gestación del sexto hijo. Todo, sin olvidar la importancia del lujo musical que acompaña normalmente en el escenario al trío.

Además, esta noche también actuarán los grupos Ganjazz y La Mala Mente.

* Caseta de la Juventud. Feria de San Pedro Alcántara (Marbella). Hoy, a las 22.30 horas. Gratis.

El cervantes, entregado

El encuentro de Tabletom con el teatro Miguel de Cervantes –«don Miguel», como le llamó Roberto– logró el sabor que todos esperaban, aunque sin aroma. Repaso memorable por décadas de fértiles sonidos inclasificables, cortes del nuevo disco que están preparando y un Roberto con la locuacidad de costumbre. Público muy heterogéneo –hasta un ex director del propio teatro– asistió al despliegue de Tabletom en el gran escenario de la ciudad.

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