La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha pedido a la Virgen de la Almudena "misericordia infinita" para las familias y amigos de las cuatro jóvenes fallecidas en la tragedia del Madrid Arena y también ayuda para sobrelleven "el dolor de su ausencia".

Así lo ha dicho durante la Eucaristía en honor a la Patrona de Madrid, Santa María la Real de la Almudena, en la que ha renovado el Voto de la Villa. El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que ha presidido la misa, también ha recordado a las víctimas de la tragedia, "casi unas niñas", ha dicho, y ha urgido a la sociedad madrileña a una "verdadera conversión personal y ciudadana".

"La llamada urgente a la conversión debe comenzar por nosotros mismos", ha agregado el cardenal. Antes, la alcaldesa, a los pies de la Virgen, ha subrayado la unidad de los madrileños a la hora de afrontar "los días de tristeza y los tiempos de dificultades", como los que han acontecido tras el suceso.

"Señora —ha continuado—, conocisteis el dolor más profundo que puede sentir el corazón humano, el de la pérdida de un hijo. Sabéis muy bien que es la pérdida de más difícil consuelo. Por eso, hoy os pido que extendáis el manto de vuestra infinita misericordia sobre los padres de Cristina, Katia, Rocío y Belén, y sobre sus familiares y amigos para que les ayudéis a sobrellevar el dolor de su ausencia".

Así, además de indicar que todos los madrileños "han sentido como propio el dolor de sus familias" y los que son padres "muy especialmente", ha añadido que también sienten como "propios" el "deseo y la esperanza" del restablecimiento de Maria Teresa, la joven que permanece ingresada en la Fundación Jiménez Díaz en estado crítico. "Todos le encomendamos su curación", ha apostillado.

"Así es nuestra vida, así es la vida de una gran ciudad, una amalgama de alegrías y penas, de ilusiones y quebrantos", ha apuntado la alcaldesa, quien ha asegurado que "tanto en unos como en otros momentos" los madrileños han demostrado "siempre" que están "fuertemente unidos", tanto a la hora de celebrar sus "éxitos" y proponerse "nuevas metas" como "a la hora de afrontar los días de tristeza y los tiempos de dificultades".

A su juicio, este Madrid, "en medio de las dificultades siempre es capaz de dar lo mejor de si mismos". "Este Madrid que en tantísimas ocasiones ha demostrado tener un solo corazón, generoso y solidario, ayúdanos a que este corazón pueda latir con fuerza a favor de los que sufren la desgarradora crisis económica que nos ha tocado vivir", ha continuado.

En este sentido, le ha pedido a la Virgen que fortalezca a los madrileños en su "voluntad de no dejar a nadie atrás" y "de que nadie pueda sentirse abandonado", una voluntad, ha dicho, "que encarna la iglesia y las organizaciones sociales que se están volcando en la atención de los que más lo necesitan".

En la misma dirección, le ha pedido que les ilumine "para que cuanto antes posible" se pueda reconstruir entre todos "las bases de la prosperidad", que, a su juicio, "necesariamente deben sustentarse en firmes valores de justicia e igualdad" para que todos los madrileños "tengan las mismas oportunidades de demostrar su trabajo, su capacidad y su talento y mejorar la calidad de vida de sus familias y contribuir con ello al crecimiento económico y al bienestar social de la ciudad".