La tecnología Wi-Fi llega a la ciudad del Dalai Lama

  • En la remota ciudad de Dharamsala ya hay más de 2.000 ordenadores conectados por WiFi.
  • La idea fue impulsada por un ex-trabajador de Silicon Valley.
  • Buena parte de la red funciona con energía solar.
En la pequeña ciudad de Dharamsala ya hay más de 2.000 ordenadores conectados con WiFi.
En la pequeña ciudad de Dharamsala ya hay más de 2.000 ordenadores conectados con WiFi.
20MINUTOS.ES
En la pequeña ciudad de Dharamsala ya hay más de 2.000 ordenadores conectados con WiFi.

La tecnología de Internet sin cables ha llegado hasta la remota Dharamsala, hogar del Dalai Lama y donde un grupo de apasionados de la tecnología ha desafiado la falta de infraestructuras para crear una extensa red de Wi-Fi.

La pequeña ciudad de Dharamsala, situada al norte de la India, acogió al Dalai Lama después de que huyera del Tíbet en 1959 y es la sede del gobierno tibetano en el exilio.

En esta ciudad, con templos cuyos picudos tejados son la base ideal para modernas antenas, ya hay más de 2.000 ordenadores conectados a Internet sin cables gracias a la iniciativa de un pequeño grupo de expertos y una veintena de voluntarios.

Esta actividad fue impulsada por el ingeniero israelí Yahel Ben David, de 37 años y ex trabajador de Silicon Valley, que en enero de 2005 decidió aprovechar una nueva regulación del Gobierno indio sobre las frecuencias de banda de Internet para facilitar las comunicaciones de los refugiados tibetanos.

"El proyecto echó a andar hace dos años y ahora abarca todo Dharamsala", según ha explicado Ben David, que financió la mayor parte de la instalación de su propio bolsillo.

El coste fue menor del que hubiera supuesto la instalación de Internet con cables, ya que buena parte del equipamiento era tecnología de bajo coste, material eléctrico de segunda mano que fue renovado y adecuado a las exigencias del lugar.

"Hubo muchos retos, especialmente por las condiciones del lugar: montañoso, con monzón, tormentas o incluso monos que destrozaban las antenas", detalló el canadiense Laird Brown, responsable de comunicación del Centro Tibetano de Tecnología, al que también pertenece Ben David.

Estas cuestiones se solucionaron buscando lugares protegidos e inaccesibles para las cerca de treinta antenas que dan conexión gratuita a Internet a organizaciones no gubernamentales, una decena de escuelas y varias agrupaciones de refugiados tibetanos.

A cambio, los usuarios colaboran ofreciendo lo que tienen a su alcance, en la mayor parte de los casos espacio donde guardar o instalar el equipamiento.

Esta red local de Wi-Fi tiene, entre otras peculiaridades, la característica de que funciona en buena parte con energía solar, lo que contribuye a solucionar los problemas que normalmente causaría la inestabilidad del suministro eléctrico en la zona.

El éxito del proyecto ha llevado a que sus promotores se planteen exportarlo a otras regiones hasta ahora sin acceso a Internet, ya que "el modelo puede ser imitado en otras zonas del mundo, en comunidades rurales de Africa o Latinoamérica", apuntó Brown.

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