El exmilitante de IU Francisco Gordo ha ratificado este martes que el empresario Eusebio Gaviño "llegó a ofrecer 1.000 millones de pesetas —al cambio, seis millones de euros—" a la que fuera concejal del Ayuntamiento de Camas (Sevilla) Carmen Lobo para que votara a favor de determinados puntos en los plenos municipales.

Durante su declaración en el juicio con jurado popular que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Sevilla, Gordo ha relatado que conoció a Gaviño en el verano de 2005 en un encuentro en el que éste le dijo que "era el intermediario" de unos empresarios de Madrid que tenían unos proyectos para la localidad.

"Me propuso ganar dinero, le pregunté qué tenía que hacer, y me dijo que querían que influyera en Carmen Lobo" para que votara como ellos le dijeran en determinados plenos municipales, ha señalado el testigo y denunciante de estos hechos, quien ha subrayado que, durante varias reuniones más, "me hablaba de ganar dinero, de mucha grandeza, y me dijo que el Ayuntamiento estaba en sus manos y que iba a hacer lo que él dijera".

Gaviño "me dijo que Lobo sólo tenía que votar lo que le dijeran" ellos —en referencia a los acusados—, y ante tras esta proposición "le dije que Lobo estaba dispuesta a escuchar la oferta", tras lo que mantuvieron un encuentro el día 8 de agosto de 2005 en un bar de Sevilla "en el que no se habló" de la sentencia por la que la concejal había sido absuelta de un delito de estafa procesal, en contra así de lo declarado por los acusados, que dijeron que el motivo de las reuniones fue dicha sentencia.

Tras marcharse de esta reunión, "Gaviño me llamó a los 30 minutos y me dijo que tuviera la cortesía de hablar" con el entonces alcalde de Camas, Agustín Pavón (IU), ha relatado el testigo, que ha precisado que, a continuación, se puso en contacto con su abogada, "quien me dijo que el asunto olía mal y que lo pusiera en manos de la Policía".

El 18 de agosto de 2005 mantuvo otra reunión en la casa de Gaviño con éste, Pavón, el exconcejal del PP Antonio Enrique Fraile y el exedil del PA José del Castillo, cita "a la que llevé una grabadora MP3" y que se había convocado "con la excusa de que había que hacer cambiar a Lobo de opinión". "El objetivo de la reunión era comprar la voluntad de Lobo", ha reiterado.

A dicha reunión "llevé la sentencia, y posiblemente me la pidieron", ha señalado el testigo, agregando no obstante que los acusados "estaban allí para comprar el voto" de la exconcejal y para ello "hicieron un doble juego, porque estaban dispuestos a hacer lo que tuvieran que hacer y todos estaban de acuerdo en lo que se proponía, del primero al último".

Ha aseverado que su objetivo "era sonsacarles de qué cantidad estábamos hablando", todo ello en una reunión "en la que estaba muy nervioso, porque me estaba dando vergüenza el espectáculo que estaba viendo", negando además que ninguno de los acusados se levantara de la mesa en ningún momento. "El primero que abandonó la sala fui yo, para irme".

El testigo, que ha asegurado que la reunión se grabó "íntegramente" y fue entregada sin cortes ni "manipulaciones" a la Policía, "que tenía conocimiento de lo que estaba pasando desde el primer momento", ha puesto de manifiesto que "escuchaba lo que me proponían, por lo que no provoqué ninguna reunión", añadiendo que los acusados "estaban convencidos de que Lobo iba a entrar" en el trato.

Tras esta reunión, Gordo quedó con Gaviño para decirle que Lobo estaba de acuerdo, y en ese momento el empresario "llegó a ofrecer 1.000 millones de pesetas", tras lo cual el acusado entregó un sobre con 12.000 euros a la exconcejal de Camas, aunque ha negado que éste dinero formara parte de un anticipo por una comisión en relación a unos proyectos de fincas. "Nunca hemos hecho negocio juntos", ha dicho.

Por último, ha tachado de "mentira" que al término de la reunión en casa de Gaviño tuviera un enfrentamiento con Pavón.