El inicio de las obras de soterramiento del tráfico junto al futuro Centro de Arte Botín, entre las rotondas de Alfonso XIII y el Palacete del Embarcadero, previsto para la próxima semana, se adelantará a este jueves, 8 de noviembre. El presupuesto de este túnel, cuya financiación correrá a cargo de la Fundación Botín, es de 11,2 millones de euros.

El concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, ha indicado que los trabajos empezarán con la ampliación del cierre del espacio afectado por las obras del Centro Botín, de manera que la valla se situará a la altura del eje del vial que une las rotondas de Alfonso XIII y del Palacete del Embarcadero.

De esta forma, a partir del jueves, el tráfico rodado se restringirá a un carril por sentido en ese tramo, mientras que se mantendrán operativas, tal como están ahora, ambas glorietas. Por su parte, el tramo comprendido entre la Estación Marítima y el Palacete del Embarcadero quedará cerrado al tránsito de peatones, según informa el Ayuntamiento de Santander en nota de prensa.

La ejecución del túnel precisará de nuevas fases de desvíos, conforme se vayan sucediendo los trabajos, si bien esta primera fase, con este cierre perimetral y la circulación de vehículos y peatones establecida, está previsto que se prolongue hasta finales del mes de enero.

Díaz consideró positivo acelerar los trámites de una obra como ésta, que va a contribuir a generar actividad económica y empleo, y que, además, servirá para mejorar todo el entorno.

"Se trata de otro proyecto de renovación urbana que viene a sumarse al que el Ayuntamiento acaba de empezar a ejecutar con la peatonalización de las calles Lealtad y Emilio Pino, impulsando así la inversión pública en nuestra ciudad con el fin de potenciar la actividad económica y el empleo en un sector que está siendo muy castigado por la crisis", ha señalado.

El concejal ha indicado que el proyecto que se va a ejecutar conlleva el soterramiento del vial del paseo del muelle, entre las glorietas de Alfonso XIII y del Palacete del Embarcadero, y tiene la firme vocación de imbricar la trama urbana con los muelles Calderón, Albareda y Almirante, posibilitando los tránsitos peatonales provenientes del ensanche de la ciudad sin que haya ninguna interferencia del tráfico de vehículos.

Asimismo, ha apuntado que este paso inferior, junto a la ampliación de los Jardines de Pereda y la construcción del Centro de Arte Botín, va a permitir fusionar el frente marítimo con la trama urbana de la ciudad y mejorará el tráfico de vehículos, al eliminarse la regulación semafórica que existe en la actualidad.

El vial proyectado tendrá una longitud de 372 metros, de los cuales 219 metros serán de túnel y tráfico soterrado. El túnel constará de un ancho mínimo de 17,5 metros, repartidos en dos aceras laterales de 1,20 de ancho; dos carriles por sentido de 3,40 de ancho cada uno; y una zona intermedia de 1,5, con dos arcenes de 0,5m y una barrera de contención central.