La Escuela-Museo de Origami de Zaragoza abrirá sus puertas en el segundo semestre del próximo año 2013, antes del mes de octubre, y se ubicará en el Mercado de San Vicente de Paúl. La entrada a este espacio tendrá un precio de 3 euros y con esta iniciativa se desea convertir a la capital aragonesa en la "ciudad del Origami".

El consejero municipal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, el presidente del Grupo Zaragozano de Papiroflexia, Jorge Pardo, y el arquitecto Teófilo Martín han explicado este lunes en rueda de prensa el proyecto arquitectónico del museo, que se situará en la planta semisotano del Mercado, en un espacio de 800 metros cuadrados.

Jerónimo Blasco ha subrayado que los miembros del grupo de papiroflexia de Zaragoza son personas "muy motivadas, sin afán mercantilista" y que han sabido transmitir que la papiroflexia "es un arte, más que un mero entretenimiento infantil".

Por ello, el consistorio cederá este espacio municipal, por un periodo de diez años prorrogable, con el objetivo, como en otros equipamientos, de darle "el máximo uso" y compatibilizar la labor de esta escuela museo con la actividad diaria del mercado.

Blasco ha considerado que este nuevo centro cultural "puede funcionar", porque "dará vida al Casco Viejo" y se unirá a otras iniciativas que se están poniendo en marcha en Las Armas o el Centro de Historias.

"Tenemos muchas esperanzas", porque este es un grupo "solvente y con contactos importantes" y el local "está muy adecuado, el 80 por ciento está hecho", por lo que podrá abrir sus puertas en el segundo semestre del próximo año. Además, "queremos que sea en esas fechas" para atraer financiación con motivo de la celebración del año de Japón en España, ha comentado.

Ciudad del origami

El presidente del Grupo Zaragozano de Papiroflexia, Jorge Pardo, ha subrayado que el origami "puede ser tan sencillo como una pajarita de papel o un dragón" y ha recordado que su grupo es "el más antiguo del mundo", con 68 años de historia, y ahora pondrá en marcha "el primer museo de origami de todo el mundo".

En Huesca, además, se encuentra el monumento de origami "más antiguo", las 'Pajaritas' del Parque Miguel Servet de la ciudad, ha resaltado, para indicar que este grupo elaboró un manto de papel a la Virgen del Pilar, también con dos pajaritas como protagonistas, con 1.577 papeles.

Además, entre sus próximas actividades, el domingo, 11 de noviembre, realizarán talleres de papiroflexia en el Centro Cívico de La Almozara y en abril del próximo año organizarán en Zaragoza una reunión de asociaciones europeas de origami.

Con estas iniciativas, además de sus exposiciones, "queremos que se asocie Zaragoza como la ciudad del origami y que los turistas vean origami por todos los sitios". El museo "será un éxito", ha apreciado, al recordar que la muestra que organizaron en 2009 en el Centro de Historias supuso "un punto importante" porque despertó el interés del Ayuntamiento por este proyecto y alcanzó las 43.000 visitas.

Obras y financiación

Las obras de la escuela-museo comenzarán en enero de 2013, con un presupuesto de 500.000 euros, y concluirán en el segundo semestre del año. En el centro trabajarán "tres o cuatro personas" y el gasto anual de las instalaciones será de unos 275.000 euros, ha apuntado.

Sobre la financiación, Pardo ha detallado que "estamos en contacto con empresas para que nos patrocinen, la financiación privada será muy importante en este proyecto" y su deseo es que se impliquen en este centro empresas japonesas con sede en España y compañías españolas con sede en Japón.

"Ya tenemos un primer patrocinador, una empresa japonesa", ha manifestado, al tiempo que ha avanzado que los zaragozanos también podrán ser "amigos del museo", de modo que por un precio a determinar tendrán acceso a todas las actividades.

Colección importante

Sobre la exposición, Jorge Pardo ha destacado que "tenemos más figuras de las que se pueden poner en el museo y la idea es que incluso la exposición permanente cambie". Este grupo cuenta "con la colección más importante" de obras del "gran maestro" de la papiroflexia Joisel, con piezas de un valor "incalculable".

Por su parte, el arquitecto Teófilo Martín ha observado que el Mercado de San Vicente de Paúl es un espacio todavía "infrautilizado" y esta escuela-museo "es una oportunidad importante para el propio edificio, ya que esta actividad puede servir como elemento dinamizador" de todo el centro.

El espacio de 800 metros cuadrados tendrá en su parte central la zona de talleres, tienda y sala polivalente para conferencias, que será "un espacio blanco y luminoso, que de la sensación de estar en la calle".

"Alrededor del espacio central aparece el museo, con una colección permanente y espacio para exposiciones temporales", en color oscuro y con "iluminación puntual" para que "todo el protagonismo sea para las figuras del museo, un aspecto casi mágico para que quienes deambulen por la planta encuentren esas figuras y disfruten de su belleza".

En el exterior del mercado, además, "haremos una pequeña actuación urbana para que el museo tenga el mayor protagonismo posible, para que desde el exterior se vea que existe este espacio", con señalización e iluminación que permitan que "en la calle se perciba la existencia de la escuela-museo", ha concluido.