El pequeño permanece bajo la tutela del servicio de menores de la Diputación vizcaína.
El juez alega en su decisión en que no hay testigos, ya que la persona que telefonéo a la Ertzaintza no ha denunciado los hechos y no hay otros testimonios que los corroboren.
La mujer intentó reiteradamente, según el testigo, que el bebé fuera arrollado.
33 años tiene la mujer a la que el juez ha ordenado que esté alejada de su hijo.
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