De ellos, por cada hombre que acude al psicólogo hay dos mujeres con trastornos similares, según afirman los expertos consultados. Las razones de esta diferencia son tanto fisiológicas como sociales. La mujer es, debido a su estructura hormonal, más sensible a su entorno y por lo tanto más propensa a la depresión, según explica la psicóloga Cristina Equiza.

También influye el elevado grado de exigencia que impone la sociedad actual a la mujer. En muchos casos, ella combina las labores de la casa con su trabajo, el cuidado de los niños y los inalcanzables modelos de estética que difunde la publicidad. «Llega un momento en que la mujer no llega a dar todo lo que quiere o desea y explota; esta sociedad crea individuos débiles que no saben afrontar todos sus problemas», apunta la doctora Equiza. La mujer tiene, además, menos reparos para acudir al psicólogo. «Tienen más iniciativa», aclara la psicóloga Reyes Blázquez.

La mayor parte de los afectados por depresión son personas de 40 años en adelante, pero cada vez hay más jóvenes. Se trata de chicos y chicas que rondan los 20 años y presentan problemas derivados del estrés que provocan los estudios o de rupturas de pareja, sobre todo. Este caso es también más habitual en las mujeres.

Ellas compran más ansiolíticos

Por cada hombre que acude a la farmacia a comprar medicamentos hay diez mujeres. Los farmacéuticos de la capital aragonesa han detectado que ellas se siguen encargando de las compras relacionadas con la sanidad, según explica la vocal del Colegio de Farmacéuticos, Marina García. Con los fármacos antidepresivos y ansiolíticos sucede lo mismo. En la mayoría de los casos es la mujer la que los compra, aunque al final sean para algún familiar, que bien podría ser un hombre.