[SEFF 2020] 'Karen': yo estuve en un cine en Sevilla…

María Pérez Sanz presenta una minimalista reflexión sobre el personaje de Karen Blixen/Isak Dinesen, en un regreso cinéfilo y político al clásico 'Memorias de África'.
[SEFF 2020] 'Karen': yo estuve en un cine en Sevilla…
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[SEFF 2020] 'Karen': yo estuve en un cine en Sevilla…

Íker Jiménez es un papanatas. Con lo patriota que es no se entiende que se vaya hasta China a importar conspiraciones covid. Es más fácil buscar una explicación local: todo esto es una estrategia para cargarse la industria cinematográfica. No hay más. Uno ya no encuentra otra manera de enfrentarse a las cosas que pasan.

Ayer, entre pase y pase, empezaron a circular las nuevas medidas que va a aplicar la Junta de Andalucía y que entran en vigor el martes. Afectan, cómo no, al cine y, por supuesto, al Festival de Cine Europeo de Sevilla, que a partir de ahora deberá finalizar antes de las 18h. Trabajar en el cine se está convirtiendo en una tarea titánica. En este festival, en un pequeño milagro, pues los organizadores han conseguido adaptarse a cada nuevo reto y evitar la sensación de caos total. Sí, ya sé que esto también es una pesadilla para otros sectores, pero como esto es una revista de cine y los de la cultura y el cine no tenemos oportunidad de salir a diario en lo de Griso y lo de Ana Rosa, no está de más recordarlo.

En fin, volvamos al cine, eso que tampoco sale a menudo en los programas de las reinas de las mañanas (ni en los de las reinas de las tardes, luego preguntan por qué la gente se hace republicana). Se ha presentado Karen, película emparentada de alguna manera con otras de las que ya hemos hablado con anterioridad, Dear Werner y El año del descubrimiento.

A menudo, Paula Ortiz, directora de la lorquiana La novia, se queja de la escasa querencia de los creadores españoles por revisar los mitos patrios. Y tiene razón. Tanta como cierto es que tenemos una capacidad pasmosa para aproximarnos y decir cosas interesantes de los mitos extranjeros. Lo hacía Maqueda con el cineasta alemán Herzog en Dear Werner, y lo hace María Pérez Sanz con Karen, que no es otra que la danesa Karen Blixen, más conocida por su pseudónimo artístico, Isak Dinesen, celebérrima autora de Memorias de África.

Nuestra Karen es Christina Rosenvinge y sí, sigue teniendo una granja en África, pero ya no es esa feliz que le puso Hollywood. El paisaje sigue siendo impactantemente bello bajo la fotografía de Ion de Sosa, colaborador de El año del descubrimiento de Luis López Carrasco. Pero ya no retruena en la sabana la música de John Barry. Ni corretean los animales en elegantes trotes. La luz lo invade todo y, con ella, la pena. Es un duelo luminoso.

[SEFF 2020] 'Karen': yo estuve en un cine en Sevilla…

Es el momento después de que Denys Fitch Stanton (Robert Redford, para entendernos) haya muerto en accidente de aviación. Pérez Sanz imagina qué siente tras la pérdida la persona (la película se construye con escritos de Dinesen), pero también el personaje que inmortalizó Meryl Streep. Se ha ido Denys. El café ya no se paga como antaño. Solo quedan dos personas en la otrora bulliciosa granja: su fiel Farah y ella.

En breve tendrá que abandonar sus posesiones, incapaz de mantenerlas. Es una ocasión magnífica para introducir una agenda de lo más pertinente: está la esperada mirada feminista, pero también una menos habitual reflexión sobre el colonialismo y otra sorprendente sobre la religión. En su última escena, Karen mira a través de una ventana intentado escrutar el futuro, con esa mirada mística y penetrante que siempre ha tenido Rosenvinge. Ve cosas bonitas. No, el futuro no es ideal, pero es mejor.

Salimos del cine con ganas de que, al mirar, también nosotros veamos cambios. No somos ambiciosos. Por ejemplo, cines llenos que cierren más allá de medianoche, por ejemplo. Poder decir algo así como: “Yo estuve en un cine en Sevilla”… Tampoco pedimos tanto.

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