Cuando en 1896 los hermanos Lumiere crearon la película La llegada del tren, asistieron a un fenómeno curioso: los que la veían huían aterrorizados de la sala pensando que el tren iba a arrollarlos. Y, sin embargo, el miedo provocaba unas ganas de verla aún mayores. Poco después, en 1910, J. Searle Dawley estrenaba la primera película de terror, una adaptación de Frankenstein que causó furor.

Ese poder de seducción del cine de terror es el que llevó a Ryan Murphy y Brad Falchuck (creadores de Glee) a dar vida a American Horror Story, una serie de terror clásico que contaba las desventuras de una familia en una casa encantada.

Ahora, la segunda temporada acaba de desembarcar en la Fox estadounidense con unos datos de audiencia que asustan: 3,85 millones de espectadores siguieron el estreno del primer capítulo de Asylum, denominación que adopta la segunda temporada. El cambio de nombre no es casual, pues en los nuevos capítulos, la historia da un giro de 180 grados: ahora la trama no se desarrolla en una casa, sino en un siniestro manicomio para criminales.

La veterana Jessica Lange repite en la serie, aunque en un papel distinto al de la primera temporada: dará vida a la hermana Jude, una sádica monja que disfruta con la tortura de los pacientes del manicomio.

Una de las novedades de la nueva temporada es la incorporación de Adam Levine, líder de la banda Maroon 5 (también coach en el concurso The Voice). Se suman al reparto, además, Joseph Fiennes (a quien vimos en Flashforward), James Cromwell (La milla verde), Franka Potente (House), Mark Margolis (Breaking Bad) o Chloe Sevigny (Big Love). Además, repiten Dylan McDermott, el padre de familia de la temporada anterior, Eric Stonestreet (Modern Family), Sarah Paulson (Studio 60) o Zachary Quinto (Héroes), entre otros.

American Horror Story: Asylum llegará a España este otoño, aunque se podrá ver en versión original subtitulada desde este domingo en Fox Manía, en la web de la cadena.