Durante los años 60, 70 y también principios de los 80, un nutrido grupo de dibujantes españoles de enorme talento abastecieron a publicaciones de éxito norteamericanas, francesas e inglesas. La mayoría trabajaba para agencias que les pagaba sin reconocer sus derechos de autor y pese a su éxito internacional sus nombres raramente aparecieron en titulares de nuestro país.  En muchos casos, murieron sin el reconocimiento que se merecían.

Esto es lo que llevó al gran historietista Carlos Giménez, que también perteneció a este grupo, a publicar Pepe (Panini Cómics), el primero de cinco álbunes que acaba de salir a la luz y con el que repasa la vida del genial Pepe González, que consiguió un enorme éxito en Estados Unidos gracias al cómic Vampirella.

"Cuando murió y vi que, como otros grandes artistas, con Pepe no se hacían los homenajes que merecía, me sentí un poco triste", confiesa Giménez, que compartió agencia con él y fue un buen amigo suyo, "dentro de lo que se podía ser amigo de Pepe, porque era un hombre muy huidizo", concreta. Pepe era un hombre genial, asegura, no solo dibujando.

"Cantaba maravillosa bien, pero además con la voz que quisiera; yo le oído cantar con la voz de Barbra Streisand y cantaba mejor que ella. Y además en inglés, sin saber inglés. Iba al cine y salía sabiéndose todos los diálogos de la película. Era capaz de dibujar de memoria a una persona que solo había visto una vez hacía años. Tenía un increíble dominio del cuerpo,  bailaba como nadie, se caía un tintero y antes de que cayera al suelo, Pepe lo había cogido puesto encima de la mesa, era como su superhéroe. Tenía una capacidad solo igualable a su pereza, a su falta de interés y su apatía", cuenta Giménez.

Pepe González fue sin duda el mejor dibujante de mujeres de la época. "Nadie conseguía esa garra, ese encanto: nos enseñó como dibujar mujeres", asegura Carlos Giménez. Y sin duda la reina de sus "mujeres" fue Vampirella, de la editorial Warren. Pepe consiguió que la revista llegara a ser número 1 de ventas en Estados Unidos.

Pero Pepe González no es el único artista que no ha recibido el suficiente reconocimiento. Mención aparte merece Antonio Hernández Palacios, que triunfó en Francia con grandes series de cómic de western como Mac Coy y Manos Kelly. Carlos González cita como imprescindibles a Víctor de la Fuente (dibujó historias de western como Sunday, Amargo, Los Gringos o Tex, así como  y de fantasía heroica), Jesús Blasco (Zarpa de Acero al que los editores ingleses iban a buscar al aeropuerto en Rolls Royce, premiado con la Legión de Honor de las Artes en Francia y las Letras en Francia y un Yellow Kid italiano honorífico) o Emilio Freixas (autor de  Sir Black y El Capitán Misterio, ganador de un premio al mejor dibujante en la National Cartoonist Society de Nueva York).

También incluye en su lista a Enrique Ventura, Jordi Bernet, Adolfo Usero y Luis Bermejo. Y recuerda que no hay que olvidar a los grandes del humor, como Vázquez, Ibáñez y Jan.

"Hemos exportado dibujantes a todas partes del mundo y nadie se ha enterado. La gente que hace tebeos no interesa —se lamenta Giménez—. Los tebeos son considerados tonterías que no lee la gente culta pero si una persona que se considera culta no sabe quién es Moebius o Harold Foster, su cultura tiene un tremendo agujero, porque son gente que ha hecho grandes obras con mucho talento".

El editor Luis Vigil, de Editores de Tebeos (antes Glénat) también coincide en  que España hemos tenido a maravillosos dibujantes "desde siempre" y que muchos de ellos, debido falta de estructura industrial, tuvieron que trabajar fuera. Destaca a Jordi Bernet, José Ortiz, José Ramón Larraz, Carlos Ezquerra y Esteban Maroto. De Maroto ya editó el año pasado un volumen muy cuidado, 5 por infinito. Ahora acaba de publicar Espadas y brujas, un recorrido por sus mejores historias de fantasía heroica cercanas a Conan y Sonja la Roja, personajes que también dibujó. Además, fue Maroto el que inventó el famoso bikini de cota de malla de la sangrienta guerrera.

Vigil está determinado a sacar a la luz estos grandes nombres a la luz; el próximo será José Ortiz, y también tiene a Enric Sió, José Bielsa, Toni Bernal, Rafael López Espí y Juan García Iranzo en la recámara. "Creemos que siempre habrá gente que querrá llevarse esto a casa", afirma.

Selecciones ilustradas

Fundada por Josep Toutain, hizo encargos en los años 60 y 70 para la editorial británica Fleetway y después para la norteamericana Warren (editores de Creepy, Eerie y Vampirella), con un gran mercado internacional. Por esta agencia pasaron grandes artistas: Pepe González, Jesús Blasco, Víctor de la Fuente, Luis Bermejo, Alfonso Azpiri, Manuel Sanjulián, Josep María Beá, Florenci Clavé, Alfonso Font, Carlos Giménez, Esteban Maroto o José Ortiz.

Bardon Art

Nació en 1957 y operaba en Barcelona y Londres, y también tanteó el mercado americano. Trabajaron para ella algunos artistas que también pasaron por la agencia de Toutain, como José Ortiz, Luis Bermejo y Esteban Maroto. Y otros como José Luis Beltrán, Jordi Bernet (autor de Torpedo y Andrax) y Rafael López Espí.

Creaciones Editoriales

Dirigida por el también dibujante internacional José Bielsa, se dirigía al mercado inglés y escandinavo. Tuvo mucho éxito gracias a Patty's World, serie dibujada por Purita Campos, más conocida como Esther y su mundo.