Las vivencias de El Greco saltan por primera vez al cómic

  • Un ilustrador y dos escritores toledanos realizarán este proyecto para conmemorar el cuarto centenario de su muerte en 2014.
  • El Greco pintó sus obras más emblemáticas en España, concretamente en la ciudad de Toledo.
  • El cómic contará sus viajes a Venecia y Roma, sus trabajos en el Monasterio del Escorial y su vida amorosa.
Parte del famoso cuadro de El Greco, 'El entierro del Conde de Orgaz'.
Parte del famoso cuadro de El Greco, 'El entierro del Conde de Orgaz'.
Parte del famoso cuadro de El Greco, 'El entierro del Conde de Orgaz'.

La vida de Doménico Theotokópoulos, El Greco, salta por primera vez a las viñetas en un cómic de cuarenta páginas que recrea las vivencias del pintor impregnadas de pinceles, viajes y amores, y que está dirigido a un público juvenil.

Al igual que otros pintores universales como Pablo Picasso o Salvador Dalí, El Greco se ha convertido en un personaje de cómic gracias a las ilustraciones de Pedro Iznaola y los textos de Beatriz Moreno-Cervera y Carlos Rodrigo, que cuentan a los lectores la vida del artista desde su nacimiento en Candía hasta su muerte en Toledo.

Según cuenta Joan Gonper, responsable de la editorial Celya, encargada de dar luz a la obra, la aventura de llevar a las viñetas la biografía de El Greco surgió con la mirada puesta en la celebración del cuarto centenario de su muerte en 2014.

Así, la editorial Celya y la Sociedad de Eventos Culturales El Greco, empresa que surge para organizar actos al servicio de la efeméride, se pusieron manos a la obra y, para ello, eligieron a un ilustrador y dos escritores toledanos.

Toda una vida en viñetas

La historia comienza con el nacimiento del pintor y, después, el lector comparte junto a un Greco de 26 años su viaje a Venecia, —donde conoce los trabajos de Tiziano, Tintoretto, Bassano o Veronés— y, posteriormente, a Roma.

Hacia el año 1575, el lector llega a España junto al artista con el propósito de trabajar en la decoración del recién iniciado Monasterio de El Escorial y poco después, hasta Toledo, donde El Greco establece su residencia.

Una vez en Toledo, se muestra la relación amorosa del pintor con Jerónima de las Cuevas, la puesta en marcha de su taller o los problemas con la Iglesia para cobrar los cuadros.

El Greco pintó en Toledo sus obras más emblemáticas como El entierro del Conde de Orgaz, realizado para la iglesia de Santo Tomé de Toledo, donde se encuentra todavía.

"Creta le dio la vida, y los pinceles. Toledo, mejor patria donde empieza a lograr con la muerte, eternidades", reza la última página del cómic, haciendo referencia a las palabras que le dedicó el poeta Fray Hortensio Félix de Paravicino.

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