La Policía Local de Valencia incrementó el año pasado la presión ante el consumo o tenencia de drogas en la calle, pero sin embargo se relajó en el control del botellón, a pesar de las quejas vecinales que se produjeron tras las macrobotellones celebrados el año pasado entre los meses de septiembre y noviembre.

Así lo reflejan los datos de la oficina del procedimiento sancionador del Ayuntamiento de Valencia, según los cuales, durante el año pasado se pusieron 569 multas por tenencia o consumo de drogas en calles, parques y otras zonas públicas. Esta cifra supone un incremento del 11,7% con respecto al año anterior. En este sentido, la cuantía de las sanciones asciende a 500 euros al tratarse de pequeñas cantidades y no constituir delito penal.

En cuanto al botellón, los agentes interpusieron 152 sanciones, un 26,9% menos que en 2010, a pesar del dispositivo policial que se puso en marcha para frenar los macrobotellones que se realizaron en zonas como la calle Pelayo, el Carmen o el campus de Tarongers, con las consiguientes molestias en forma de ruidos y suciedad. Unas molestias que siguen este año y que tras el verano se han trasladado del paseo marítimo a los tradicionales puntos, antes mecionados.

Este descenso en el número de sanciones por beber en la calle se ha convertido en una constante en los últimos años. Tanto es así, que en el año 2006, la policía alcanzó su récord con un total de 1.840 sanciones. Desde entonces, han caído en picado cada año bajando a 386 en 2007, 179 en 2008, 120 en 2009 y 210 el año 2010.

Las sanciones por beber en la calle pueden ascender hasta los 12.000 euros, aunque las mismas fuentes explicaron que «salvo circunstancias agravantes, la sanción es de 400 euros».

Cursos en lugar de sanciones

Según los psicólogos clínicos del Plan Municipal de Drogodependencias (PMD) del Ayuntamiento de Valencia,  la mayoría de las infracciones por drogas es por consumo de cannabis. Y es que, desde el PMD ofrecen a los menores de edad la posibilidad de cambiar el pago de las sanciones por asistir a unas charlas preventivas, posibilidad que también ofrece la Conselleria de Sanidad para los mayores.