Animación y devoción en las Fiestas del Pilar en Zaragoza

El espíritu festivo invade Zaragoza del 6 al 14 de octubre. Se trata de sus fiestas patronales, pero el fervor religioso también es protagonista en las calles, ya que esos días los devotos visten a la Virgen del Pilar con su tradicional manto de flores.

La pasión por lo religioso y la animación de los festejos se unen en esta celebración única. Y es que todo puede pasar en el Pilar de Zaragoza, donde propios y extraños se sienten como en casa durante la semana grande de la ciudad.

Cabalgatas, comparsas, espectáculos, concursos y mucha animación acompañan a las Fiestas del Pilar de Zaragoza desde hace décadas. Las celebraciones religiosas dejan paso a noches de animación en estas fiestas, que ya son un referente en el calendario de otoño.

Estos días no debes perderte tampoco a grandes artistas del panorama musical así como los espectáculos dirigidos a los niños, las atracciones y las actuaciones de teatro. ¡La ciudad se llena de excusas para salir a la calle a disfrutar del tiempo libre!

Niños y adultos participan en el entretenimiento en Zaragoza, que viste sus calles de fiesta popular.  Cada plaza y cada esquina es un buen lugar para ser el escenario de un nuevo espectáculo.

La diversidad cultural marca también los festejos, que atraen cada año a más personas de todo el mundo. Nadie quiere perderse el encanto de Zaragoza, que por unos días celebra con toda la pasión las fiestas de su patrona.

Los festejos del Pilar representan una ocasión única para disfrutar de la belleza solemne de los actos religiosos más populares. El 12 de octubre, el día de la patrona, es la festividad que los zaragozanos esperan con más devoción.

El acto más popular es la ofrenda floral, que se celebra el día 12 de octubre. Miles de personas con el traje regional aragonés llevan sus ramos o centros de flores hasta las puertas del Pilar.

Tampoco faltan los visitantes que se acercan a la virgen con ropajes típicos de otras regiones e incluso de otros países. La procesión acaba en la Plaza de las Catedrales, donde la virgen espera a que un batallón de voluntarios teja con flores su manto.

Lágrimas brotan de los ojos de los fieles, cuya procesión hasta la figura de la virgen se prolonga durante más de ocho horas. Cada año crece el número de asistentes a esta colosal tradición que nació en 1952.

Tras la ofrenda floral a la Virgen, la basílica del Pilar acoge la misa pontifical en honor a la santa patrona. El clamoroso silencio y el fervor invaden el templo mientras los devotos elevan plegarias a la Virgen del Pilar.

Al día siguiente, 13 de octubre, tiene lugar una segunda ofrenda, esta vez de frutos. En esta procesión se presentan ante la Virgen los más variados frutos de la fértil tierra aragonesa. Aunque es menos multitudinaria, esta tradición es anterior a la famosa ofrenda de las flores, y también recoge el encanto de esta fiesta única.