Mal momento para los 'profes': recortes, más horas de trabajo y "denostados" por los políticos

  • Los recortes salariales, el despido de interinos y el aumento de las horas lectivas están deteriorando una de las profesiones más vocacionales que existen.
  • "Lamentablemente la docencia es una profesión bajo asedio", según asegura la Organización Internacional del Trabajo.
  • Este viernes día 5 se celebra el Día Mundial de los Docentes.
Un maestro enseña matemáticas a un niño en la pizarra.
Un maestro enseña matemáticas a un niño en la pizarra.
GTRES
Un maestro enseña matemáticas a un niño en la pizarra.

Pocas profesiones son tan vocacionales como la de maestro. Y más aún en los tiempos que corren, con grandes recortes en el sector de la enseñanza, cambios constantes en el sistema educativo y niños que cada vez abandonaban antes la infancia para entrar precipitadamente en la adolescencia.

Sin embargo, a pesar de que la sociedad es consciente de la importancia de sus profesores, se trata de un empleo cada vez más deteriorado y desprestigiado. "Lamentablemente la docencia es una profesión bajo asedio", asegura el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, con motivo del Día Mundial de los Docentes que se celebra este viernes 5 de octubre.

Ryder lamenta que la crisis económica "ha afectado gravemente las condiciones de trabajo y los salarios de muchos docentes". Según apuntó, la falta de maestros en las escuelas ha supuesto también la concentración de un mayor número de alumnos por aula, un problema que se une a la disminución en los recursos materiales disponibles en los centros educativos.

"Todo esto ha contribuido al deterioro de la posición de los maestros", criticó Ryder, quien también denunció "la contratación de docentes no certificados o poco cualificados para reducir el déficit".

Recortes en educación

Una cruda perspectiva a la que también se enfrenta España. "La pérdida de derechos experimentada por los docentes nos sitúan en niveles de hace diez años", critica Nicolás Fernández Guisado, presidente nacional de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE). "Desde 2010, hemos sufrido una bajada salarial del 20%, entre los recortes de los sueldos y la eliminación de la paga extra de Navidad, mientras que nos han incrementado las horas lectivas", explica Fernández Guisado.

"En ese mismo periodo, más de 50.000 interinos han sido despedidos y se ha aumentado el número máximo de alumnos por clase, lo que ha repercutido en una mayor carga de trabajo para el resto de profesores", asegura.

"Para colmo, se acumulan sobre el profesorado reproches y dudas sobre su profesionalidad que lesionan gravemente la consideración social de los docentes y que han hecho tanto daño como los propios recortes", dice Fernández Guisado. El presidente de ANPE se refiere a declaraciones como la de Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, sobre el aumento de las horas lectivas, justificando su decisión en que su jornada laboral seguía siendo "inferior a la del resto de madrileños".

Otro problema al que debe enfrentarse el profesorado es su formación. "Muchos de nuestros docentes adolecen de una educación pedagógica insuficiente para ejercer", explica el presidente de ANPE. La desaparición del CAP (Curso de Aptitud Pedagógica) y su sustitución por un máster oficial de Educación Secundaria Obligatoria de un año de duración no ha contribuido a mejorar la situación. "Es un avance, pero sigue sin responder a las exigencias necesarias para ser profesor", defiende.

"Elegimos la enseñanza pública por sus docentes"

A pesar de todo, los profesores de la educación pública cuentan con el respaldo de los padres de los alumnos. "Nosotros elegimos la enseñanza pública por los docentes que tenemos", defiende José Luis Pazos, presidente de la FAPA Giner de los Ríos y miembro de la junta directiva de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA). "Las familias valoran muy positivamente a los maestros españoles", asegura Pazos, ya que les confían la educación de sus hijos.

Las asociaciones de padres también critican el desprestigio al que se ven sometido los profesores por parte de los políticos. "Son denostados constantemente, tienen una desconfianza total en ellos, cuestionan su evaluación continua y hacen declaraciones que les perjudican gravemente", explica el presidente de la FAPA.

Sin embargo, la relación entre los padres y los profesores resulta insuficiente. "Los progenitores delegan gran parte de la responsabilidad en el colegio y solo acuden a hablar con los docentes cuando algo va mal", explica Luis Fernando Vílchez, exvicedecano de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. "Para el alumno es importante que tanto los valores que reciben en casa como los que les transmiten sus padres vayan al unísono", explica este docente universitario y psicólogo.

¿Qué se puede mejorar?

Según un informe de 2010 de la consultora McKinsey, "de todos los factores que se pueden controlar en un sistema educativo, el más importante sin duda es la efectividad del profesor". Ante la perspectiva poco esperanzadora que existe en España, se plantean diferentes alternativas para mejorar esa efectividad. La elaboración de un Estatuto del Docente es la principal. Desde ANPE consideran "prioritario" la creación de este documento que regule a nivel nacional tanto la selección del profesorado, como su formación y condiciones laborales y retributivas.

Además, se enfatiza la necesidad de reforzar la formación pedagógica de los profesores, según coinciden ANPE y las asociaciones de padres de alumnos. "La formación inicial debería estar más enfocada a aspectos pedagógicos y menos a contenido curricular", asegura Pazos. También apuestan por crear "una especie de MIR" para conseguir unos docentes lo mejor preparados posible o la posibilidad de incorporar cursos específicos para profesores de la ESO.

Apuestan también por la obligatoriedad de una formación continua, en lugar de dejarlo a la elección del profesor como ocurre en la actualidad. Aunque para ello, habría que liberar a los docentes de las clases, para que esa formación pudiera realizarse en horas laborables y eso exige cierto sacrificio económico, según defiende el exvicedecano de la Facultad de Educación. "Necesitamos a un profesorado lo mejor formado posible para que enseñen a nuestros hijos a pensar por sí mismos", concluye Vílchez.

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