Pocas horas quedan para que se abra oficialmente el telón del 45 Festival de Sitges con las primeras imágenes, la de la silueta del mítico King Kong, con el mar y la iglesia de la población de escenario, combatiendo a los aviones y rugiendo en la característica intro que acompaña al inicio de cada sesión, y que siempre es aplaudida en todas y cada una de las sesiones por los espectadores asistentes. En esta edición se ha apostado por un elegante thriller de producción española, El cuerpo, para proyectarse en la gala oficial de inauguración.

Es el debut en el largometraje del catalán Oriol Paulo, cortometrista y realizador de una telemovie, también coguionista de Los ojos de Julia. Una première mundial en torno a la intriga y el desasosiego que se generará a partir de la misteriosa desaparición de un cadáver de la morgue. El eslogan publicitario del film: "La muerte no siempre es el final."

Y la suerte ha sido también contar con un reparto de excepción: Belén Rueda, José Coronado, Hugo Silva y Aura Garrido —de las series Imperium, Crematorio o la película Promoción fantasma—. Todos ellos, protagonistas y director, asistirán al pase de apertura para apoyar la película y encontrarse con sus fans.

Entre las más de 250 películas que podrán verse durante estos días en Sitges, unas se estrenarán en breve, otras llegarán a las pantallas dentro de pocas semanas o meses, y habrá las que esperan contar con distribución pronto.

No faltarán las que también se estrenarán, pero dentro de un año o más, alguna directamente en mercado doméstico formato DVD y Blu ray. Y serán muchas, muchísimas, las que empezarán y acabarán su trayectoria en una gran pantalla en España dentro del certamen —aunque más de una sean propuestas de lo más interesantes, incluso superiores a la media de lo que se estrena comercialmente aquí—.

Pero en la jornada de este jueves no todo será la gala de inauguración. El certamen empieza al cien por cien con la presencia de la veterana actriz Barbara Steele, una de las musas del género de terror de los años 60 e inolvidable protagonista de clásicos como La máscara del demonio, de Mario Bava; o El péndulo de la muerte, de Roger Corman.

O con títulos a priori estimulantes como la divertida crítica al consumismo en clave de ciencia-ficción Branded; la sangrienta producción canadiense American Mary; el documental Room 237 —en torno a El resplandor de Kubrick y sus numerosas teorías, muy bien recibido a su paso por otros festivales internacionales—, o la maratón nocturna de found footage que incluye The Bay, de Barry Levinson, el inquietante film de episodios V/H/S o Área 407, producción de bajo presupuesto con dinosaurios amenazantes en una isla perdida.

Y nutrida representación del cine surcoreano con la sofisticada The Taste of Money; los mafiosos años 80 de Nameless Gangster: Rules of the Time o el largometraje de 3 episodios independientes sobre el fin del mundo —el leiv motiv del festival este año—, Doomsday Book con plagas zombis, robots inteligentes y meteoritos colisionando con la Tierra.