Cerdó niega que ordenase contratar como "favor" a activistas de UM a través un departamento 'fantasma' en Emaya

Las pesquisas apuntan a que el partido impulsó una oficina únicamente para beneficiar a quienes habían hecho labores para el partido
Cristina Cerdó, junto a sus abogados
Cristina Cerdó, junto a sus abogados
EUROPA PRESS
Cristina Cerdó, junto a sus abogados

La exnúmero dos de UM en el Ayuntamiento de Palma y exconcejal de Medio Ambiente, Cristina Cerdó, ha negado ante el juez instructor del caso Ossifar que diese instrucciones para contratar, a través de un departamento creado bajo su presidencia en la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya), a personas afines a UM como compensación a funciones políticas realizadas en favor del desaparecido partido regionalista.

Así lo ha puesto de manifiesto ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Pedro Barceló, en el marco de la causa que apunta a que UM puso en marcha una oficina en Emaya con el único fin de gestionar "favores" a personas y entidades próximas a la formación e impulsar directrices que pudieran favorecer la imagen del partido así como de sus dirigentes, más en concreto de la propia Cerdó y del expresidente 'uemita' Miquel Nadal.

Tal y como ha defendido en su comparecencia, que se ha prolongado durante más de cuatro horas, el objetivo del departamento denominado Ciudadanía pasaba por ofrecer una mayor atención a los ciudadanos, centralizando en un mismo departamento las quejas en torno a las incidencias que provenían del Ayuntamiento, de la Policía o de las reuniones de las asociaciones, según han señalado fuentes jurídicas a Europa Press.

Al respecto ya fue interrogado el exjefe del Área de Medio Ambiente de Emaya Germán Chacártegui -citado de nuevo este jueves-, quien manifestó que este departamento 'fantasma' "no tenía razón de existir" puesto que ya estaba el llamado Call Center de atención al ciudadano las 24 horas del día.

Según explicó, entonces la gerente de Emaya era Malen Tortella, la encargada del departamento era Leonor Jiménez y tan sólo trabajaban cuatro personas más. Tal y como recordó, Tortella, en presencia de Cerdó, les indicó que "todo el mundo que se contratara debía pasar por esa oficina" y que en ella "se les daría una charla". Todo ello formaría parte de una estrategia política conocida como Xarxa y que en Emaya estaría representada a través del departamento Ciudadanía.

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